La calle Real, normalmente llena de gente de compras, este lunes tenía más bullicio. La causa ha sido el inicio del período de rebajas.
En un fin de semana los lanzaroteños se han olvidado de todo lo gastado durante la Navidad. Y es que los carteles de los escaparates llenos de carteles invitan. Descuentos de entre el 20 y el 50 por ciento animan a cualquiera a darse, cuanto menos, una vuelta por las tiendas. Al final, quien más y quien menos saldrá con un algún artículo en su poder.
La ropa y el calzado son los grandes protagonistas. La mayoría de estas compras de destinarán a este tipo de productos.
"Miraré alguna cosa de ropa que es lo que más me interesa", comentaba una joven a la puerta de un comercio de la calle Real. Mientras, otros aseguran que primero mirarán y luego verán lo que compran "aunque casi siempre cae algo", decía un joven.
Eso sí, todos tienen claro que se ahorra e incluso hay quien opina que es conveniente ahorrar dinero en Navidad para poder gastarlo durante las rebajas.
Consejos
Resulta difícil resistirse a las rebajas, especialmente en unas fechas en la que todo son reclamos para caer en la tentación de la compra. Hay que evitar un consumo descontrolado y sin planificar, de lo contrario el bolsillo se resentirá en uno de los meses más complicados para la economía doméstica. De hecho, este período no ha hecho nada más que empezar, ya que las rebajas se extenderán hasta el próximo 8 de marzo.
Pero las rebajas, bien aprovechadas, pueden servir para adquirir, con importantes descuentos, productos que de otro modo resultan inalcanzables.
Para esquivar descalabros, conviene planificar bien las compras y saber cuando ha llegado el momento de dejar de comprar.En este sentido, las asociaciones de consumidores aconsejan que se haga una lista de los artículos que realmente se necesitan al tiempo que se debe fijar la cantidad máxima que quiere gastar.
También es recomendable No dejarse llevar por las prisas, ya que el agobio y los empujones de los primeros días de las rebajas pueden llevar a comprar de forma impulsiva.
Es más, si se comprueban los precios en varios establecimientos se pueden obtener productos más económicos. Además, cabe recordar que las rebajas no pueden tener una duración inferior a quince días ni superior a dos meses así como que los productos que se ofertan en rebajas deben estar durante un mes, como mínimo, expuestos en las tiendas.
Los productos
Las rebajas deben contar con las mismas garantías y con las mismas políticas para cambios y devoluciones, siempre y cuando no se haya usado el producto, que los artículos adquiridos antes de este período. Los productos rebajados deben ofrecer igual calidad a menor precio.
Deben ser artículos de temporada y en perfectas condiciones. Así, hay que rechazar los artículos que no reúnan las debidas condiciones sanitarias, los que se encuentren en mal estado o los que incumplan las medidas de seguridad.
Es obligatorio que en las etiquetas aparezca el doble precio (el antiguo y el rebajado) o bien el porcentaje de rebaja (se suele aplicar un descuento mínimo del 20% sobre el precio de temporada alta y, normalmente, el descuento aumenta progresivamente).
Por esto se recomienda asegurarse de que el etiquetado es correcto y legible en castellano (u otra lengua oficial del Estado). En el caso de la ropa, la etiqueta debe incluir instrucciones de lavado y planchado, e informar de los materiales de confección y de los datos de la empresa fabricante.
Finalmente, si un establecimiento admite devoluciones durante toda la temporada, también habrá de hacerlo en época de rebajas. De lo contrario, deberá advertirlo explícitamente.
En caso de arreglos a prendas ocurre lo mismo. Si son gratuitos durante la temporada pero se cobran en época de rebajas, el establecimiento también deberá advertirlo. Los establecimientos que admiten el pago con tarjetas de crédito durante el resto del año están obligados a hacerlos también en época de rebajas, sin recargo sobre el precio.
También debe guardar siempre el ticket de compra debido a que su presentación es imprescindible a la hora de efectuar cualquier cambio o devolución.