La orden de la Policía de que abandonaran las carrozas y se dirigieran hacia el rancho Texas desconcertó a propios y extraños entre las numerosas personas que participaban en el desfile y que tuvieron que avanzar a pie hacia donde les habían indicado por un camino sin luz y poco transitable, ya que en algunos de los tramos ni siquiera tenían aceras. Así lo relata una vecina de Arrecife, Lucía Martín, que califica como "caótico" el final del desfile. "Nos sentimos abandonados, no sabemos por qué nos enviaron hacia aquel descampado en medio de la oscuridad".
La opinión de Lucía y de quienes le acompañaban en su carroza no es la única. El propio alcalde de Tinajo, Jesús Machín, que iba en una de las carrozas de su municipio no duda en afirmar que esta última parte del Coso no estuvo bien organizada, ni fue prevista por los responsables. "El concejal no tuvo en cuenta la falta de luz ", asegura Machín. Por eso, "la gente estaba enfadada porque tuvimos que caminar mucho en la oscuridad de la noche y había muchos niños en las carrozas hasta llegar a una zona también poco iluminada que no invitaba a la gente a seguir alli la fiesta". Y es que al parecer, la costumbre de los vecinos que van en las carrozas es continuar la fiesta en común hasta que empiece la verbena.
Se acabó la fiesta
En este caso, parece que a muchos les abandonaron las ganas de continuar la fiesta del carnaval, como manifiesta Plácido Romero, de la carroza "La Guardia Sexy" de los vecinos del norte. "Nos hicieron caminar tanto que se te quitaban las ganas de seguir la fiesta por el cansancio". Al igual que los otros carroceros, Plácido cree que hubo una pésima organización al final del coso.
Lucía va más allá y asegura que se sintieron "abandonados". "No volvimos a ver a nadie de la organización, nos dolió que nos dejaran votados, fue un caos". Según relatan los afectados, fueron más de trescientas las personas las que se vieron obligadas emprender una caminata kilométrica después de dos horas de recorrido por la Avenida de Las Playas.
Además, en este último tramo hacia el descampado la Policía Local les instó a apagar la música y a desalojar las carrozas.
Por su parte, el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Tías, Alfonso Gopar, asegura que probablemente hubo un problema de entendimiento entre organizadores y carroceros, dado que se tenía que haber expresado mejor el mensaje. En definitiva, según Gopar, el Ayuntamiento lo que quería y debía hacer era velar por la seguridad de todos, por lo que al final del recorrido, como las carrozas entraban en vías normales de circulación, era necesario que fueran vacías. "No pretendimos que la gente tuviera que ir caminando, pensamos que las personas se quedarían por la zona y no se irían hasta el aparcamiento que montamos en las inmediaciones del rancho", señala. El concejal, que no niega que hubiera cierta descoordinación propiciada por el cambio de recorrido este año, asegura que recoge de forma positiva estas críticas para intentar mejorar la organización del próximo carnaval.
