El VI Congreso del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) y el V Congreso de los Jóvenes Nacionalistas están a punto de romper fuegos. Las nuevas generaciones pilistas comenzarán mañana el agitado fin de semana en el que la formación renovará su Comité Ejecutivo. El presidente en funciones, Orlando Pérez, espera con optimismo una masiva asistencia a esta cita orgánica, que terminará con un almuerzo el domingo en el centro sociocultural de Guatiza.
Pérez dijo que como él, la gran mayoría de afiliados y simpatizantes están ilusionados con el desarrollo y sobre todo con el resultado que pueda ofrecer el Congreso para el futuro de una formación que mantiene una fuerte división interna. Nadie esconde que por un lado van los fieles a Dimas Martín u oficialistas y por otro los líderes, en su mayoría cargos públicos, que han reclamado más democracia dentro de la organización política. Estos últimos, encabezados por Celso Betancor y María Isabel Déniz, definitivamente no asistirán a las jornadas que se celebrarán en el Hotel Beatriz de Costa Teguise.
Orlando Pérez dijo que aquellos que se sienten cansados y no respetan los estatutos simplemente deben optar por la vía de irse del partido.
Relaciones tensas
Celso Betancor, que fue expulsado del partido por el sector dimista, ratificó que los cargos públicos no asistirán al Congreso, pero además manifestó rotundamente que no hay ninguna posibilidad de acercamiento entre los bandos enfrentados del PIL, muy a pesar de algunos intentos que hubo antes de la última crisis política de la Isla. "Puedo asegurar que los diálogos están rotos", dijo Betancor, quién volvió a tachar de "ilegítimo" el VI Congreso del PIL porque "no se han respetado las normas".
Betancor aseveró que los cargos públicos han estado en la "línea correcta de actuación" y culpó al otro sector de propiciar la ruptura. "La gente de Lanzarote juzgará quienes son los que se dedican a distorsionar y a intoxicar", apuntó.