Indignación entre los comerciantes de La Plazuela

Las lluvias dejan inmuebles inundados y alcantarillas desbordadas en Arrecife

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1 de febrero de 2010 (11:43 CET)
Las lluvias dejan inmuebles inundados y alcantarillas desbordadas en Arrecife
Las lluvias dejan inmuebles inundados y alcantarillas desbordadas en Arrecife

Los comerciantes de cuatro tiendas de La Plazuela de Arrecife no podían ocultar su indignación al comprobar "que una vez más, el mal funcionamiento de las alcantarillas" ha provocado la inundación de sus locales tras la lluvia caída en la noche del pasado domingo.

Elisabeth Elvira, encargada de una de las tiendas afectadas por la inundación, asegura que "llevábamos dos años muy buenos y estábamos muy contentos, porque después de las muchísimas quejas, el Ayuntamiento acondicionó las alcantarillas e hizo una buena obra". Sin embargo, la situación ha vuelto a repetirse. "Sin mantenimiento, ¿de qué sirve tener alcantarillas?", se pregunta.

En los trece años que lleva trabajando en este establecimiento, es la quinta vez que vive una inundación en su local. Elisabeth está segura de que lo que ha ocurrido en esta ocasión, es lo mismo que solía pasar: "Las alcantarillas están atascadas, no pueden absorber todo el agua y rebosan llenando todo de porquería y aguas fecales. Incluso aparecen ratas". Para ella, la raíz del problema es sencilla: "El problema es que en los trece años que llevo yo en esta tienda, jamás he visto a nadie limpiar las alcantarillas o hacer una labor de mantenimiento".

Mariluz, vecina de establecimiento de Elisabeth, llevaba "dos horas achicando agua" cuando La Voz de Lanzarote visitó su local. "No entiendo cómo el agua no sólo ha podido rebasar el escalón que tenemos, sino llegar hasta el fondo del local". De las perchas de la tiendas colgaban pantalones y camisas con la marca que delataba la altura que había alcanzado el agua. "Aún no nos ha dado tiempo a retirar la ropa afectada".

Alcantarillas llenas de gravilla

La misma situación que vivían los comerciantes de La Plazuela, ocurría en una joyería situada en la Calle Real, cerca de las cuatro esquinas. Allí eran tres personas limpiando el pequeño local y achicando el agua. Las empleadas tampoco daban crédito: "Sólo nos hemos librado el año pasado. En los demás años y con éste, ya van cuatro veces las que se nos inunda esto".

Una de las dependientas recuerda que "se presentó una queja en el Ayuntamiento y la cosa mejoró, pero hemos vuelto a las mismas". ¿Qué cómo creo que ha pasado? La pena es que yo no he podido hacer fotos. Lo que ha pasado es que cuando el operario ha abierto la alcantarilla, estaba llena de gravilla. Totalmente atascada".

Cerca de la joyería, el que también ha sufrido las consecuencias de la intensa lluvia caída ha sido el parking de los cines Atlántida. A las 11:00 horas de la mañana, aún se seguía dragando el agua que se había acumulado.

"Siempre llena de porquería"

La misma historia se repetía en la calle José Antonio, a la altura del número 98. Dos cafeterías han sufrido las consecuencias de las lluvias y para ninguno de los dos locales es una novedad, hasta el punto que uno de los empleados tiene su propio gancho "siempre a mano", para desatascar la alcantarilla. "Jamás, nadie, nunca, viene a limpiarla y siempre está atascada". Asegura indignado que "si llamas al Ayuntamiento, te remite a Protección Civil, Protección Civil te dice que llames a Aguas Filtradas y, cuando vienen los de Aguas Filtradas, te dicen que todo está bien y se van. Y si alguno dice que esto es mentira, que lo diga delante de mí".

Desde ambos locales se dice que no se libran nunca porque "entre la pendiente que supone la propia calle José Antonio y que el asfalto de la calzada está más alto que la acera, pues hace que se repita cada vez que llueve". En este caso también insisten en que el único problema "es que la alcantarilla está llena de porquería, siempre".

Dos metros de agua en un garaje

Mención aparte merece la inundación del garaje que han sufrido los vecinos de un edificio en la calle Alonso Cano, también de la capital. "Probablemente hay más de dos metros de agua, porque asoma por el hueco de la escalera", relata Juan Manuel, uno de los afectados. De hecho, tres camiones de bomberos con sus respectivas bombas de extracción apenas daban abasto para dragar el agua. "Llevan aquí una hora con tres bombas y apenas ha bajado tres dedos el nivel", añade el vecino.

Es tal la magnitud de la inundación, que Juan Manuel no cree que se deba sólo a la lluvia caída en la noche del domingo. "Apenas llovió 45 minutos, es cierto que con intensidad, pero creo que se ha tenido que romper una tubería o cañería de aguas fecales, porque, además, el olor del agua es insoportable".

Para la comunidad del vecinos de este edificio, es una situación que viven "casi cada vez que llueve, pero en menor proporción", porque tal y como asegura el vecino, "alguien dejó una boca de entrada al solar que linda con el edifico para que el agua que baja por las calles cuando llueve se quede en este terreno y no llegue a las casas".

Pero lo que sucede es que "cala la pared del edificio e inunda nuestro garaje". "La presidenta de la comunidad de vecinos se ha reunido varias veces en el Ayuntamiento pero aquí no ha venido nunca nadie, ni se ha resuelto nada".

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