El Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Lanzarote tendrá que afrontar finalmente nuevas elecciones. Aunque este lunes estaba previsto que asumieran su cargo como vocales los dos únicos suplentes de la lista de los viticultores que no habían dimitido, y que se eligiera nuevo presidente de este órgano, finalmente la sesión se ha levantado sin acuerdo.
El primero en poner reparos ha sido Agustín Márquez, que antes de asumir como vocal ha exigido que se le entregara toda la documentación con las cuentas del Consejo Regulador. Finalmente, Márquez ha abandonado la sesión, y poco después ha seguido sus pasos su compañero de plancha, Miguel Ángel López Calero, dejando así el pleno del Consejo sin representantes de los viticultores.
Esto ha obligado a disolver este órgano, que tendrá que afrontar nuevas elecciones. Mientras tanto, el Gobierno de Canarias asumirá la tutela del Consejo Regulador y nombrará una gestora, que será la encargada de convocar los nuevos comicios en un plazo máximo de tres meses.
Tras la sesión, el director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA)del Gobierno canario, Alfonso López, no ha ocultado su "sorpresa" y su "decepción" porque finalmente no se haya logrado resolver la situación en el Consejo. "Es la primera vez que sucede en Canarias", ha señalado, confirmando que la disolución de un Consejo Regulador "por problemas de ingobernabilidad" no tiene precedentes en el archipiélago.
"Desavenencias personales", según el ICCA
En cuanto a los motivos que han llevado a Agustín Márquez y a Miguel Ángel López Calero a no querer asumir su cargo como vocales, el director del ICCA lo ha achacado a "desavenencias personales" con los vocales que representan a los bodegueros en el Consejo. Sin embargo, tanto Márquez como López Calero han negado que ése sea el motivo.
"Yo me fui de allí y le di la mano a todo el mundo y ninguno me dio la espalda. Yo no tengo desavenencias con nadie", ha respondido Miguel Ángel López Calero. Según ha explicado a La Voz, el primer problema ha estado en que tanto él como Agustín Márquez reclamaban toda la documentación relativa a las cuentas y al inventario de bienes del Consejo.
"Lo que nosotros queríamos era no asumir ninguna responsabilidad previa", ha señalado, matizando que con eso no están "acusando a nadie". Al no conseguir acceso a toda la documentación que reclamaban, y que Márquez había planteado como "indispensable", éste se ha retirado de la sesión sin asumir como vocal, condicionando también la decisión de López Calero.
"Yo estaba en minoría. No me voy a quedar solo representando a los viticultores cuando tengo sólo el 12 por ciento de la representación" en el Consejo, ha señalado. De hecho, en eso se ha centrado la última parte del debate para intentar reconducir la situación, pero no se ha logrado un acuerdo. Lo que planteaba López Calero, que todo apuntaba a que podía haberse convertido en el nuevo presidente del Consejo, es que debía regularse cómo se llevaría a cabo la toma de decisiones, cuando él sería el único vocal de los viticultores.
Cabe recordar que el pleno debería estar compuesto por cuatro vocales de los bodegueros y cuatro de los viticultores. Sin embargo, hace dos semanas, junto a la presidenta también dimitieron los otros tres vocales de los viticultores y dos de los cuatro suplentes. En ese momento, los servicios jurídicos del ICCA entendieron que el Consejo podía seguir adelante con sólo dos vocales de los viticultores, si los otros dos suplentes asumían su cargo, pero finalmente no ha sido así.
"¿Cómo voy a hacerme yo cargo de un embolado?"
Por su parte, Agustín Márquez ha cuestionado el hecho de que no estuviera disponible toda la información de las cuentas del Consejo. "Yo por mi protección y mi honorabilidad no puedo asumir en esas circunstancias. ¿Cómo voy a hacerme yo cargo de un embolado?", se ha preguntado, subrayando que en caso de detectarse después algún problema, como miembro del Consejo le podrían pedir a él "responsabilidades".
"Después me entero de que el disco duro del ordenador de Javier Betancort está en el Juzgado", ha agregado Agustín Márquez, en referencia al ex gerente y ex presidente del Consejo Regulador. Cabe recordar que estando al frente de este órgano, Betancort fue detenido en el Caso Montecarlo, aunque no por hechos vinculados al Consejo, sino a su etapa como concejal de Hacienda de San Bartolomé, y también por los servicios que cobró del Ayuntamiento de Arrecife durante la Alcaldía de Cándido Reguera.
Entre otras cosas, Márquez ha cuestionado que las cuentas de 2013 aún no están aprobadas y que no se le ha entregado el inventario de derechos y obligaciones, necesario para que "el que toma posesión sepa lo que hay".
Al respecto, el director del ICCA del Gobierno de Canarias ha afirmado que Agustín Márquez "no ha entendido correctamente" lo que se ha expuesto sobre este tema en la reunión. Según Alfonso López, "las cuentas están auditadas por el Gobierno de Canarias". Sin embargo, esa auditoría correspondería a ejercicios anteriores, ya que ha reconocido que las de 2013 no han sido aún aprobadas.
"Falta el mero formalismo", ha señalado el director del ICCA, que achaca esto a la "coyuntura que ha habido" con la división en el Pleno del Consejo. Según López, se llevaron a pleno pero "no se explicaron bien, no se entendían bien" y se dejaron sobre la mesa a la espera de aprobarlas en una siguiente sesión que nunca se produjo, ya que llegó la dimisión de la presidenta y cinco de los miembros de su plancha.
En cuanto al inventario de bienes que reclamaban los suplentes para asumir su cargo, Alfonso López ha admitido que "parece que ése sí no existía". Sin embargo, sostiene que las cuentas del Consejo están "totalmente claras" y supervisadas por el Gobierno canario.