La asociación Amigos de la Astronomía de Lanzarote Arturo Duperier (AAL) instaló dos telescopios en la Sociedad Democracia, en Arrecife, para acercar a todos los ciudadanos la visión de este asombroso espectáculo de la naturaleza. La asociación nació gracias a la iniciativa de Carlos Lahora y Tatiana Koerting, dos arquitectos aficionados a la astronomía que colaboran habitualmente con el profesor González de Posada y Dominga Trujillo, director y secretaria, respectivamente, de los cursos de verano de Lanzarote.
Con esta asociación pretenden que la labor desempeñada por expertos y becarios científicos, tanto en el centro científico "Blas Cabrera", como en el observatorio "Arturo Duperier", no se pierda irremediablemente. Carlos Lahora aseguró, en declaraciones hechas a este diario, que "no es fácil dedicarse a observar el cielo en Lanzarote".
Efectivamente, los proyectos y organismos científicos brillan por su ausencia en la Isla. Este aficionado a la Astronomía nos recordó que el observatorio astronómico con sede en el castillo de San Gabriel, se inauguró en 1997 para permitir que el público pudiese conocer el sol y todo lo que el observatorio albergaba. En el año 2001 se cerró el castillo para acometer las obras de rehabilitación del monumento y alrededores.
Cierre del centro científico "Blas Cabrera"
Por otra parte, el año pasado se cerró el centro científico "Blas Cabrera" que contaba con varias secciones: el museo de Física y Química, el propio observatorio astronómico, los cursos de verano y unos módulos interactivos de magnetismo dedicados al físico Blas Cabrera. Según afirma Carlos Lahora, el año pasado el Cabildo puso fin a su relación con el centro científico de manera unilateral.
Quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos
Quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Son las eternas preguntas que el ser humano sigue repitiéndose siglo tras siglo, germen del impulso creador y creativo de científicos, filósofos y artistas. Pero no todo el mundo siente curiosidad por dichos asuntos y no todo el mundo percibe la singularidad de este tipo de fenómenos. Lo confirma Carlos Lahora cuando afirma que "es una pena, porque el eclipse ha pasado desapercibido en la Isla. Un eclipse de estas características tendría que haber tenido mayor difusión, especialmente por parte de las autoridades y de los profesionales de la Educación".
Recuerda que el eclipse de sol se ha dado precisamente un lunes, en horario laboral, y debería haber despertado una mayor actividad por parte de todos. En su opinión, se tendrían que haber repartido gafas especiales para verlo sin ningún tipo de problema, tal y como hizo el Instituto de Tías, cuyos alumnos tuvieron la suerte de poder observar el eclipse en la Sociedad Democracia, junto a personas que les fueron explicando lo que estaba ocurriendo.
No siempre se dan en la realidad cotidiana ejemplos tan ilustrativos de lo que explican los libros. Por eso resulta sorprendente que la mayor parte de los maestros no hayan aprovechado este valioso instrumento pedagógico que ayer les ofreció la naturaleza para ilustrar a sus alumnos acerca de las leyes del universo.
Desde la Administración pública tampoco se ha alentado la observación de este singular fenómeno astronómico. Carlos Lahora revela que ellos han tenido que comprar las gafas protectoras en Tenerife porque no existe en Lanzarote, ni en el resto del Archipiélago, un sitio especializado donde adquirir los instrumentos necesarios para ver con seguridad el eclipse.
Tapar el sol con una moneda
En un eclipse solar la luna se interpone en el camino entre el sol y la Tierra, de forma que los tres astros se alinean en el mismo plano, de forma que la luna "tapa" al sol durante unos minutos, impidiendo que nos llegue su luz.
Según explicó el propio Lahora, el eclipse de ayer fue especialmente interesante porque fue un eclipse anular. La luna sigue una órbita elíptica alrededor de la Tierra, por lo que no siempre tiene la misma distancia de radio respecto a la Tierra: hay momentos en los que está más cerca y momentos en los que está más lejos de nosotros. En el eclipse de ayer la luna estaba en el punto más alejado de la Tierra en su órbita y, por lo tanto, ha ocultado completamente el sol.
En la zona donde el eclipse anular ha sido completo sí se ha visto el anillo de luz que da nombre a este tipo de eclipses y cuyo agujero negro sería la luna. La franja en la que pudo observarse al cien por cien este fenómeno iba desde Galicia hasta Alicante, pasando por Madrid. En la Isla lo vimos de forma parcial porque estamos en la penumbra (y no en la sombra) que proyecta la luna sobre la Tierra. Ayer tuvimos la suerte de que la franja coincidió con nuestra península.
Habrá otros eclipses que se podrán ver desde otros puntos de la Tierra, pero el próximo que podamos ver desde la península y desde las Islas Canarias, será en el 2026. El anterior eclipse de sol anular que pudo verse desde nuestro país, ocurrió hace doscientos años, lo que indica que no es un acontecimiento muy frecuente. La luna es 400 veces más pequeña que el sol y está 400 veces más cerca de la Tierra, lo que provoca que tengan un tamaño similar aparente. El efecto es el mismo que se produce cuando nosotros tapamos el sol con una moneda.