El juez Rafael Lis, que estaba realizando una especie de "instrucción de la instrucción" del caso Unión, ordenó diligencias que podrían suponer un "fraude procesal". Eso fue lo que le advirtió la juez Silvia Muñoz cuando respondió a un exhorto de Lis en septiembre de 2015. El juez emitió ese exhorto siguiendo las tesis de uno de los principales acusados en Unión, Luis Lleó, que presentó una denuncia en el Juzgado de Rafael Lis cuestionando la instrucción de esa causa. Así, el juez requirió al Juzgado instructor del caso Unión las mismas diligencias que ya había solicitado Lleó dentro del caso Unión y que habían sido rechazadas.
En su providencia respondiendo al juez, Silvia Muñoz señalaba que el objeto de lo solicitado era "coincidente" con las diligencias reclamadas en su Juzgado por Luis Lleó, que ya habían sido "denegadas". Esas resoluciones de la juez fueron además confirmadas por la Audiencia Provincial de Las Palmas, que rechazó los recursos presentados por Lleó cuando vio desestimadas sus pretensiones.
"Con la prudencia de evitar el fraude procesal de obtener mediante otro Juzgado lo que fue denegado ante éste, solicítese del Juzgado exhortante certificado de firmeza de la resolución judicial en cuya virtud se exhorta, y a su vista se acordará lo procedente", señalaba la juez en la providencia con la que respondió al requerimiento de Lis. De esta forma, rechazaba la petición del juez, al menos mientras no se resolviera el recurso que presentó la Fiscalía contra el auto en el que Lis ordenó practicar esas diligencias. Según el Ministerio Fiscal, Rafael Lis dictó ese auto basándose en una teoría "absurda, por irracional y disparatada" planteada por Lleó, que intenta sostener que se "falseó" buena parte del sumario del caso Unión, incluyendo autos, oficios policiales y grabaciones.
Defensa basada en atacar la instrucción
Desde que fue detenido e imputado en el caso Unión, Luis Lleó ha basado su defensa en atacar la instrucción de la causa, y los mismos pasos han seguido otros acusados. Además, Lleó ha presentado distintas querellas contra el juez que inició la instrucción del caso Unión, contra el fiscal, contra el secretario y contra agentes de la UCO. La mayoría las presentó ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, ya que es quien tiene competencias para investigar a jueces y fiscales, pero ni siquiera fueron admitidas a trámite, al no apreciarse indicio alguno de delito. Sin embargo, Rafael Lis sí tramitó la que Lleó presentó en su Juzgado, en este caso contra el secretario y contra agentes de la UCO.
Incluso, Lis siguió instruyendo esas diligencias después de haber sido apartado de la causa inicial por tener un "interés" en la misma. Fue la Audiencia Provincial quien estimó necesaria la recusación del juez, dado que su esposa era abogada de otro de los acusados de Unión, Juan Francisco Rosa. Sin embargo, pese a estar recusado, Rafael Lis separó del procedimiento una ampliación de denuncia de Lleó y abrió después unas nuevas diligencias, que siguió instruyendo hasta que volvió a ser recusado por la Fiscalía. Por estos hechos, Lis está siendo investigado penalmente por el TSJC, que ha admitido a trámite una querella contra él, y también tiene un expediente disciplinario abierto en el Consejo General del Poder Judicial.
Desde hace meses, el juez se encuentra de baja médica y aún no se ha reincorporado al Juzgado. Pero hasta hace menos de un año, ordenaba practicar diligencias, con un auto que según la Fiscalía era un "corta y pega" de la denuncia presentada por Lleó. De los 35 folios de los que consta ese auto, 29 son una "copia literal" de la denuncia del empresario, según sostiene la querella que se presentó contra el juez, y 4 se dedican a relatar los antecedentes de hecho.
Quería acceso al disco duro del Juzgado y repetir pruebas periciales
A instancias de Lleó, el juez Lis pedía que se revisaran autos y que se realizaran distintas pruebas periciales, incluyendo una sobre el disco duro del ordenador del Juzgado de Unión, en el que no solo se encuentra este procedimiento, sino también otras causas. Además, se dirigió también a la UCO de la Guardia Civil pidiendo datos sobre bajas laborales y vacaciones de dos agentes, comisiones de servicio y hasta justificantes de los viajes de avión y alojamiento cuando se desplazaban a Lanzarote durante la investigación.
Todas estas cosas habían sido ya consideradas improcedentes por la actual juez instructora de Unión cuando Lleó las pidió dentro de esta causa. En cuanto a las periciales, lo cierto es que fueron realizadas en su día por orden del propio Juzgado. Entre otras cosas, la Policía Científica analizó las grabaciones, concluyendo que no hubo "manipulación o alteración" alguna y que "lo grabado es lo ocurrido" y "lo que se dijo".
En esas conversaciones se incluye el intento de soborno de Lleó a Carlos Espino, denunciante de la causa. Además, a esas pruebas se suma la confesión del que hizo de intermediario, Fernando Becerra, que ha reconocido los hechos y ha aceptado la pena que pide para él la Fiscalía en esta pieza, donde está acusado junto a Luis Lleó, y que está pendiente de juicio.
Por otra parte, la Policía Científica también revisó los metadatos de los documentos en el ordenador del Juzgado y comprobó que no había ninguna manipulación en los autos y resoluciones judiciales. Sin embargo, Lleó pretendía tener acceso a ese disco duro para realizar una nueva pericial de parte. Y esto fue rechazado por la juez y por la Audiencia Provincial, pero fue reclamado después por el juez Rafael Lis, siguiendo la petición y las tesis de Luis Lleó, en un intento que pudo incurrir en "fraude procesal", según la actual magistrada de Unión.
Además de haberse validado la autenticidad de las resoluciones judiciales y de las videograbaciones, tanto por parte del Juzgado como por parte de la Audiencia Provincial, las sentencias dictadas hasta el momento en distintas piezas del caso Unión también han ido respaldando con contundencia la instrucción de esta causa. En uno de los casos, además, el aval llega directamente del Tribunal Supremo, que ya ha dictado sentencia firme en una de las piezas.
