Las obras comenzaron en octubre sin prácticamente comunicar a comerciantes, vecinos y medios de comunicación el cambio que iba a experimentar la Avenida de El Reducto, en Arrecife. El futuro carril bici va a transformar uno de los accesos a la capital de Lanzarote y hay muchos ciudadanos que han puesto el grito en el cielo. No porque consideren que la obra no mejorará la ciudad, sino por la escasa información, los cambios continuos en el tráfico y, fundamentalmente, la falta de aparcamientos que sufrirá esta zona.
Mientras desde el Cabildo siguen defendiendo la "necesidad" de que se ejecuten estas obras y apuestan por una "ciudad sostenible", los que sufren todos los días para poder dejar su coche aparcado cerca de sus viviendas o sus trabajos opinan todo lo contrario. De momento, las obras han supuesto la eliminación de muchas plazas de aparcamiento. Y, además, dependiendo de los meses se prohíbe estacionar en una parte de la Avenida o en otra. Lo único que se ha habilitado es una decena de aparcamientos en la calle Valls de la Torre, donde sigue pintada la línea amarilla, con lo cual muchos no se atreven a dejar su coche ante el temor de encontrarse con una multa.
Cuando comenzaron las obras, el 13 de octubre, se prohibió aparcar en la zona de las terrazas de El Reducto hasta el hotel Lancelot. En estos momentos, los coches pueden estacionar en esta parte de la Avenida pero no en la que va desde el hotel Diamar hasta el intercambiador de guaguas. En esta zona había varias señales de prohibido aparcar, pero una de ellas indicaba que sólo era por el paso de la Cabalgata de Reyes.
"Es un lío"
Julia, una joven que vive en la calle José Antonio pero trabaja en Teguise y para desplazarse necesita el coche, asegura que "a ciertas horas es imposible aparcar". Este mismo lunes empleó más de 20 minutos para poder estacionar el vehículo. "Doy vueltas y vueltas y al final muchas veces lo tengo que dejar en un descampado, que no me gusta nada", se queja. "Hoy puedes aparcar en un sitio y mañana en otro; es un lío", indica.
A Julia le molesta que no se haya informado a los vecinos de la zona de que se van a suprimir aparcamientos. "Me dejas blanca, no sé qué voy a hacer si quitan todas las plazas. Si cuando se podía aparcar en la Avenida ya era horrible a partir de ahora no me lo quiero ni imaginar. Me dejas de piedra", señala.
Algunos vecinos, como a José, les parece perfecto que se supriman las plazas de aparcamiento. Eso sí, él no tiene coche. "Me da igual que la gente no pueda aparcar, a mí me gustan las avenidas grandes, con aceras anchas. Quedará más bonita, pero no quiero que se llene de terrazas y no podamos pasear los viandantes", reivindica.
Sin embargo, la opinión mayoritaria es la contraria a José. "Me parece estupendo que pongan un carril bici, hagan esta avenida de doble circulación y amplíen la acera. Pero veo un problema serio con los aparcamientos. Con la carga y descarga para los comercios y con que creo que la gente si no tiene dónde aparcar elegirá otras zonas de Arrecife y cambiará de hábitos", afirma Francisco González, un andaluz residente en Lanzarote.
Además, otros vecinos como Juan Pacheco, cuya minusvalía le obliga a ir en silla de ruedas, han sufrido estas obras en sus propias carnes. "Yo me caí con la silla cuando estaban ensanchando la acera. Me di un golpe en la cabeza por culpa de las obras. Solo pido que se hagan bien, y que sean accesibles, porque en Arrecife tenemos un gran problema en ese tema", afirma.
Cerca de Francisco González y Juan Pacheco, un hombre trata de aparcar su furgoneta en la Avenida. "Si esto ya era imposible ahora no me lo quiero ni imaginar. Llevo 30 minutos dando vueltas para buscar aparcamiento y eso que al mediodía suele ser más fácil. Cuando quiten toda la zona de aparcamientos no sé qué vamos a hacer", critica. Además, tampoco está de acuerdo con el carril bici, ya que asegura que será "estrecho y se hará rápido y mal como siempre en Lanzarote".
"A buen ritmo"
Cabe recordar que el carril bici irá pegado a la acera más cercana al mar en la Avenida de El Reducto. Para ello, los operarios ya han comenzado a vallar la zona y a levantar el asfalto. "Estamos satisfechos porque las obras van a buen ritmo y la fecha de culminación sigue siendo la misma, el 6 de abril", defiende la recién nombrada consejera de Transportes del Cabildo, Carmen Rosa Pérez.
De momento, ya se ha culminado la primera fase, la del ensanchamiento de la acera en parte de la Avenida de El Reducto, y falta por colocar el mobiliario urbano. "Ésta era la obra más complicada, ahora queda lo más sencillo, así que no creemos que haya problemas para acabar en el plazo previsto", asegura.
La consejera entiende las quejas ciudadanas, puesto que las obras "están en un sitio complicado, en la entrada de Arrecife, y esto ha originado problemas en el tráfico". "Son unas obras molestas, que pueden originar inconvenientes, pero son necesarias y vendrán muy bien para la ciu-dad", defiende.
Carmen Rosa Pérez también es consciente del problema que puede suponer la falta de aparcamientos, pero desconoce si estas plazas podrán reubicarse en un lugar cercano. "La movilidad sostenible es algo muy bueno para la isla, tanto para los ciudadanos como para los turistas. Haciendo balance de la gente que está a favor y en contra creo que saldremos ganando", insiste, pese a que tampoco conoce si se habilitará una zona para que los comercios puedan cargar y descargar su mercancía. "No sé qué posibilidades hay pero me informaré", indica la nueva consejera, que comenzó a dirigir Transportes hace unas semanas. Pese a todo, desde el Cabildo insisten en mirar este proyecto "como algo global y no independiente", ya que el futuro carril bici de Arrecife se unirá con el de Puerto del Carmen y también con el de Costa Teguise creando una gran red para disfrutar de la bicicleta.
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