La Comisión Ejecutiva Insular del Partido Socialista de Lanzarote acordó el pasado lunes respaldar el trabajo realizado hasta ahora por la Comisión Negociadora y trazar nuevas líneas en sus conversaciones con CC. Así, los socialistas manifestaron que "siguen dispuestos a un pacto con Coalición Canaria", pero "sin condiciones previas".
Es decir, pueden comprometerse a llevar a cabo las demandas planteadas por los nacionalistas, pero no las ejecutarán antes de que se firme la alianza entre ambas fuerzas. Y es que según precisaba este miércoles el secretario de Organización y uno de los negociadores del PSOE, Joaquín Caraballo, el PSOE no está dispuesto a "humillarse" ni "autoinmolarse".
Además, agregan que "entre tanto se producen los imprescindibles acuerdos, los socialistas seguirán gobernando con responsabilidad en las instituciones en las que los resultados electorales les colocaron como primera fuerza", y señalan que "son otros los que tendrán que explicar por qué se empeñan en dificultar o impedir a los actuales grupos de gobierno la toma de decisiones fundamentales para dar respuesta a los más desfavorecidos en una situación de crisis sin precedentes".
En esta línea, agregan que "no cabe pensar que, en las difíciles circunstancias económicas y políticas que atraviesa Lanzarote, algunos puedan estar más interesados en desgastar al Partido Socialista que en dotar de estabilidad a las instituciones y atender las demandas de los ciudadanos".
"Intento perverso"
Ante lo que consideran un "intento perverso de algunas fuerzas políticas de responsabilizar al Partido Socialista de la actual situación", los socialistas lanzaroteños también recuerdan que "la actual situación de minoría que padecen el Cabildo y los ayuntamientos de Arrecife, San Bartolomé, Tías y Teguise obedece a la única salida posible que quedaba tras comenzar la Operación Unión, ante la total falta de respuesta por parte del PIL".
Según el PSOE, "no se trata de la ruptura de un pacto debido a disputas entre socios, ni a un erróneo cálculo político. La ruptura se produjo por ser la única respuesta posible a una situación de extraordinaria gravedad, sin antecedentes en la historia de la política insular".
Ante esa situación, los socialistas advierten de que "sólo hay dos salidas posibles para conformar nuevas mayorías: la moción de censura o el respaldo por diferentes vías a los equipos de gobierno actuales".
