La asamblea celebrada este martes ratificó la pérdida de confianza en el consejero, evidenciando la crisis dentro de un partido al que las encuestas vaticinan buenos resultados

La continuidad de Pedro Hernández en el Cabildo enfrenta a Alternativa Ciudadana

Fotos: Adriel PerdomoCrispación. Es la palabra que mejor define el ambiente vivido el pasado martes en la asamblea celebrada por Alternativa Ciudadana. Un encuentro en el que algunos ...

7 de diciembre de 2006 (02:12 CET)
La continuidad de Pedro Hernández en el Cabildo enfrenta a Alternativa Ciudadana
La continuidad de Pedro Hernández en el Cabildo enfrenta a Alternativa Ciudadana

Fotos: Adriel Perdomo

Crispación. Es la palabra que mejor define el ambiente vivido el pasado martes en la asamblea celebrada por Alternativa Ciudadana. Un encuentro en el que algunos "alternativos" se vieron las caras después de mucho tiempo. Y es que, de la docena de participantes que normalmente acude a estas asambleas ordinarias, la expectación hizo que casi un centenar se reuniera en esta última.

El orden del día apenas pudo ser acatado. Desde el primer momento la tensión sobrevoló la sede de AC, llena hasta los topes. Había que votar el acta de la asamblea extraordinaria celebrada el pasado 25 de noviembre, donde veintitrés miembros decidieron retirar la confianza a Pedro Hernández como consejero del Cabildo, después de que el grupo de trabajo de la Primera Institución abandonara la reunión, encabezado por el propio consejero, sin ni siquiera exponer el trabajo realizado durante el último año. Una actitud que ha suscitado la desconfianza de algunos compañeros, que creen que Hernández decidió abandonar la sesión para darse tiempo y hacer un llamamiento público a sus "partidarios" dentro del partido.

Después de seis meses de ausencia, el que fuera concejal en San Bartolomé, José Antonio González, acudió a esta multitudinaria asamblea donde propuso revocar las decisiones tomadas el pasado 25 de noviembre "ya que la convocatoria era antirreglamentaria y por tanto, los acuerdos tomados en ella, nulos", tal y como explicó. Según González, se incumplieron las normas estatutarias que exigen una publicación de la convocatoria en el tablón de anuncios y en la página web. La propuesta de González cayó como un jarro de agua fría entre algunos de los presentes, que acusaron al miembro de querer "boicotear" el funcionamiento y las decisiones tomadas por la agrupación. "Parece que hemos venido a que se anule lo que se aprobó en la asamblea anterior, pero los que venimos aquí día a día, lo hacemos para trabajar", replicó Montse Suárez con indignación. "Cualquier acuerdo tomado en una asamblea es recurrible e impugnable. Quien esté interesado en impugnar que acuda a los juzgados y presente un recurso, lo que no podemos hacer es seguir alargando esta asamblea", sugirió Ginés Quintana, concejal del Ayuntamiento de Arrecife. "¿Qué no están de acuerdo? ¡Pues que hubieran venido, y hubiéramos sido doscientos en vez de catorce!".

¿Debate o enfrentamiento?

Si por algo se caracterizó la Asamblea del martes fue por la participación, el debate y, por supuesto, los enfrentamientos. La cercanía de los comicios de mayo de 2007 ha abierto diferencias internas en cuanto a la esencia de este atípico partido. Mientras unos piensan que su cometido es continuar haciendo oposición, otros apuestan por una opción política hegemónica, y otros, por convertirse en un instrumento de apoyo al Partido Socialista. Unas diferencias que, según Pedro Hernández, hieren la unidad de un partido que ante todo debe velar por los intereses ciudadanos, y según Andrés Barreto, son necesarias y enriquecen el debate en Alternativa.

Otro de los motivos de discrepancia en AC-25 de mayo se refiere a la admisión de ciudadanos. Sus asambleas son abiertas, por lo que todos los presentes pueden opinar y realizar propuestas, pero el derecho a voto está limitado a los adscritos al partido. Después de que hace más de dos meses se decidiera suspender cautelarmente la admisión de nuevos miembros, las opiniones están enfrentadas y se pueden escuchar críticas como la de Pedro Hernández , quien alegó que "un grupo minoritario de Alternativa trata de cercenar a un movimiento ciudadano que tiene más de veinte años en Lanzarote".

Ratificación de la retirada de confianza en Pedro Hernández

Los ánimos se caldearon a la hora de aprobar las actas de la anterior reunión, en la que 23 personas votaron a favor de poner a disposición de la asamblea el cargo de Pedro Hernández como consejero cabildicio. "Hay una persecución contra Perico", se escuchaba decir a algunos de los asistentes. El propio Pedro Hernández se quejó de no haber tenido acceso a las actas. Guadalupe Toledo, encargada de su redacción, admitió sentirse "acosada y amenazada" por el consejero, después de recibir una llamada en la que le exigía este documento. Y es que, según marcan los estatutos de AC, el borrador de las actas no se puede poner a disposición de los ciudadanos hasta pasados quince días de la asamblea correspondiente.

Finalmente, y tras más de tres horas de propuestas, discusiones y desaires, los asistentes a la asamblea del 25 de noviembre ratificaron la decisión de poner a disposición de misma el cargo de Pedro Hernández, con el resultado de 18 votos a favor y una abstención. Esto significa que, de momento, el acta de consejero de Alternativa Ciudadana en el Cabildo está sobre la mesa, y Pedro Hernández tiene muchas papeletas para perderla. En caso de que una mayoría de "alternativos" votara en contra del consejero, María Emilia Morales, segunda de la lista, tendría que decidir si acepta este cargo, y si está dispuesta a compatibilizarlo con su concejalía en Tías.

Tras cuatro horas de asamblea, y con un ambiente muy caldeado, los presentes decidieron aplazar la sesión hasta el próximo miércoles, donde se espera votar la continuación de Pedro Hernández en el Cabildo.

Dos sectores enfrentados

Pese a lo que pueda decir Andrés Barreto ("no hay que centrar el debate en una lucha de intereses" o "a mí me parece que más que dos partes, hay dieciséis"), la última asamblea de Alternativa Ciudadana evidenció un enfrentamiento dual que se veía venir desde hace tiempo. Las principales figuras de lo que pretendía ser un movimiento ciudadano, Pedro Hernández y el propio Barreto, suscitan simpatías y aversiones entre sus compañeros. Durante la asamblea, María Emilia Morales, concejal en Tías, exponía ante los presentes: "cuando me fui del Cabildo en 2004, fue porque no tenía otra opción, Pedro Hernández ha faltado al respeto a mucha gente", mientras el joven Acaymo Leyva afirmaba: "Ya que nadie quiere sacar el tema, diré que no me siento representado por Pedro Hernández". Pero entre los asistentes también se criticaba la decisión tomada por la asamblea el 25 de noviembre. "Se está juzgando a Pedro por cuestiones personales, no por su trabajo", indicaba una ciudadana, mientras Carmelo García tildaba a las personas que votaron en contra del consejero de "enemigos públicos".

"Yo creo que es legítimo que cada persona pueda decirle a otra lo que piensa", indicó Andrés Barreto al término de la asamblea. "El derecho a que todo el mundo opine es fundamental, las diferencias se plantean aquí, no en la calle, y eso es Alternativa Ciudadana". Un partido que como su nombre indica, nació como una "alternativa" en el panorama político insular, con una concepción abierta y democrática de lo que la ciudadanía representa. Sin embargo, esas figuras anónimas que forman parte de su imagen, van adquiriendo poco a poco nombres y apellidos, hasta el punto en que se está perdiendo la esencia inicial de AC que marcaba que los cargos fueran rotativos, y la horizontalidad una de las máximas de este colectivo ciudadano.

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