La Cámara de Comercio de Lanzarote ha decidido dar un plazo de siete días a la Dirección en Canarias de la Administración General del Estado para que dé el visto bueno a la línea marítima de Naviera Armas entre los puertos de Arrecife y Tarfaya. Los empresarios lanzaroteños acusan al director, José Segura, de "estar cometiendo una ilegalidad con Lanzarote", ya que "está poniendo inconvenientes y obstáculos (?) sobre todo en lo que se refiere al control de personas en una frontera internacional".
La Cámara de Comercio de Lanzarote ha aclarado que el puerto de Arrecife es un puerto Schengen, y al ser puesto fronterizo, las personas de terceros países que no pertenecen al convenio, "deberán pasar el control fronterizo, tanto si vienen en un crucero de gran lujo como en transbordadores de menor tamaño". Por lo tanto, según los empresarios lanzaroteños, "cualquier barco de pasajeros y mercancías que proceda de terceros países podrá atracar en el puerto de Arrecife de igual forma que lo han hecho los cruceros hasta ahora, y pasar el control fronterizo siempre que cumplan con los requisitos de visado necesarios".
La Delegación del Gobierno en Canarias exige algunas instalaciones para el puerto de Arrecife, como un calabozo o una vivienda para posibles refugiados políticos. "Estas instalaciones ya existen", ha explicado Orlando San Luis, presidente de la Comisión de Puertos, "sólo hace falta voluntad para realizar algunos cambios".
Los representantes de la Cámara de Comercio han criticado "el bombo y el gran desembolso económico" que supuso la Casa de África en Gran Canaria y los impedimentos que se ponen ahora para sacar adelante una línea marítima que une Lanzarote con el continente vecino. "El señor Segura quiere bloquear un puerto fronterizo", ha asegurado el presidente de la Cámara, Eduardo Spínola.
Los empresarios lanzaroteños han asegurado que si en siete días no hay una respuesta positiva por parte de la Dirección en Canarias de la Administración General del Estado, tomarán medidas legales.
