El presidente de la Cámara de Comercio de Lanzarote, Eduardo Spínola, presentó al alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, la propuesta del ente cameral para la construcción de un Recinto Ferial en la capital, que estaría ubicado frente a la sede del Cabildo Insular, junto al futuro Palacio de Congresos de Lanzarote. Spínola, acompañado de parte de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de la Isla, entregó al primer edil capitalino el proyecto, que también plantea la zona alta de Arrecife, cerca del barrio de Tinasoria, o el municipio de Teguise como posibles ubicaciones.
Con respecto a que se construya cerca del Palacio de Congresos, los empresarios tienen claro que parte del programa inicial de actividades a desarrollar en el recinto ferial, "quedaría cubierto con el propio Palacio de Congresos". Por ello, concluyen en que no es aconsejable lanzar la idea de un recinto, que implica en última instancia una inversión pública, "si no existe un perfecto acomodo y acuerdo previo entre las necesidades cubiertas por ambos equipamientos".
Una infraestructura necesaria
En la documentación presentada por la Cámara se expresa que antes de poner en marcha el proyecto, "habría que hacer un estudio de mercado en profundidad sobre el número de eventos a realizar", pero defiende según la percepción que "se ha sondeado" en los distintos sectores, es "una infraestructura necesaria y que estaría bien ocupada". No obstante, se indica en el informe que a nivel económico, "la rentabilidad directa de estos establecimientos no es alta" y que sólo algunos espacios "en determinadas ciudades son rentables".
Precisamente ésta es la razón por la que los empresarios lanzaroteños proponen distintas formas de financiación de la obra. Por un lado el llamado "peaje en sombra", donde el sector privado construye, financia y explota la infraestructura, a cambio de que el sector público abone periódicamente una cantidad acordada vía presupuestos. Por otro, la Reserva de Inversiones Canarias (RIC). Según la Cámara, "el empresario privado se podría acoger a este incentivo fiscal, si bien" ?dicen- "el único "pero" es que la rentabilidad real obtenida sólo es aplicable al periodo en que es obligatorio mantener la inversión (5 años), con lo que seguramente haría falta algún tipo de incentivo posterior a este periodo de tiempo".
