La Cámara de Comercio de Lanzarote ha advertido de que la falta de reconocimiento de la doble insularidad unido a la subida de los fletes marítimos puede costarle a la isla "un buen susto" en los próximos meses. "Lanzarote nunca ha podido aprovecharse de la rebaja en los fletes debido a la superoferta de navieras que ha existido en Canarias en los últimos años. La doble insularidad ha provocado que siempre tuviéramos que pagar más por el tramo entre islas. Por eso, ahora que hay menos navieras y éstas suben los precios el castigo se convierte en saña", ha explicado el presidente de la Comisión de Puertos de la Cámara, Orlando San Luis.
A través de un comunicado, ha explicado con ejemplos cómo afectará esta subida a Lanzarote. "Un contenedor refrigerado de 40 pies que viaja desde Sudamérica a Las Palmas cuesta entre 6.000 y 7.000 euros. Ese mismo contenedor debe pagar en torno a otros 1.400 euros por el tramo entre Las Palmas y Lanzarote. Es precisamente ahí donde se produce un ejemplo claro del sobre coste por la doble insularidad", ha indicado San Luis.
"Lo que pedimos es pagar lo mismo en Lanzarote que en el resto de islas y que no se castigue la lejanía. Del mismo modo que se reconoce y compensa a las islas mayores por la insularidad, queremos que se reconozca la doble insularidad en Lanzarote", ha exigido el vicepresidente de la Comisión de Puertos, Ismael Villalba.
"Se trata de aplicar la misma vara de medir a las islas menores que la que el Gobierno de Canarias exige a España y Europa cuando habla de insularidad y lejanía del territorio para las islas capitalinas. Si se reconoce la insularidad, debe reconocerse la doble insularidad", ha subrayado Villalba.
Operativa portuaria, a revisión
La Cámara de Comercio de Lanzarote se suma así a la denuncia realizada hace unos días por la Autoridad Portuaria de Las Palmas, que criticó la exagerada subida de los fletes nacionales, de hasta el 40 por ciento y recordó que las islas no capitalinas siguen pagando aún más.
El presidente de puertos de la Cámara de Comercio plantea como solución que "las autoridades portuarias analicen en detalle los costes portuarios que inciden en el flete y eliminar los costes innecesarios así como los privilegios propios de otra época". En este sentido, la Cámara entiende que hay que revisar toda una operativa que ha venido evolucionando en los últimos años y que no responde a las necesidades actuales del mercado. Esta revisión permitiría ahorrar costes y aumentar la productividad de los puertos en beneficio de empresarios y consumidores.
