La madre perdió el trabajo, el niño el curso y tiene secuelas físicas del accidente

La Audiencia de Las Palmas rebaja la indemnización por el primer atropello a un menor en La Graciosa

En La Graciosa no hay carreteras asfaltadas y apenas un centenar de vehículos. Pocos, pero suficientes como para haber tenido que aprobar una ordenanza de tráfico y para que se produzca algún accidente. Hace seis años se produjo el ...

31 de octubre de 2009 (14:01 CET)

En La Graciosa no hay carreteras asfaltadas y apenas un centenar de vehículos. Pocos, pero suficientes como para haber tenido que aprobar una ordenanza de tráfico y para que se produzca algún accidente. Hace seis años se produjo el primero, que estuvo a punto de acabar en tragedia, y que afectó a un niño que se ha quedado con secuelas. Ahora la Justicia ha revisado a la baja la sentencia que condenaba al conductor.

En el año 2003 se produjo el primer atropello documentado, o con consecuencias graves, en la octava isla. Se trata del que sufrió Héctor, un chaval que tenía 12 años cuando ocurrieron los hechos. Héctor salía de la panadería de Caleta de Sebo, en una zona peatonal, y al salir, una de las ruedas de un camión de reparto le pasó por encima de una de sus piernas. Seis años después, al chico aún no se le une bien el talón al pie y lo arrastra. Le tuvieron que operar y pasó una temporada larga en el Hospital. Además de las secuelas físicas perdió le curso y aún sigue acudiendo a revisiones médicas periódicamente.

Su madre también tuvo que dejar el trabajo por las idas y venidas al hospital y tuvo que gastarse un dinero que no ha podido recuperar: el de los billetes de barco entre La Graciosa y Lanzarote, porque no aparecía la fecha en algo, algo que la familia considera que no es su responsabilidad. El padre dice que lo que está claro es que el niño tenía que ir al médico fuera de La Graciosa, donde vivía, y para ello sólo podía ir en el barco de línea.

Cinco años después del accidente (el juicio avanzó muy lentamente) hubo un fallo favorable. Se cuantificaron en 40.000 los euros que los causantes del accidente (que quisieron confundir y atribuir la conducción al acompañante porque el conductor verdadero no tenía carné específico de camión) y su aseguradora tenían que pagar a la familia del chico por los perjuicios causados. Esa cantidad ya le parecía injusta a la familia.

La aseguradora recurrió a la Audiencia provincial, que ha decido ahora rebajar aún más la indemnización hasta algo menos de 29.000 euros. Desestima todos los argumentos de la aseguradora, que no son pocos, pero acepta uno, que es que se aplicó erróneamente en la primera sentencia el sistema de valoración de los daños corporales, ya que se sumaron los perjuicios fisiológicos y los estéticos y se deberían haber valorado por separado.

En definitiva, la cantidad recibida va ser aún menor. Al padre, pescador de La Graciosa le parece que además de llegar tarde, la indemnización es escasa por el perjuicio a su hijo. Dice que los médicos no descartan que al chico haya que operarlo de nuevo y que como es un accidente de tráfico, la Seguridad Social no se haría cargo de la operación.

ACN

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