Las obras del montacargas de Jameos del Agua han llegado a su fin, más de 7 años después de que Patrimonio paralizara los primeros trabajos, que no contaban con autorización para la "importante" excavación" que se realizó. El consejero delegado de los Centros, José Juan Lorenzo, que entonces era gerente de los CACT, reconoció entonces que el proyecto no recogía "con suficiente detalle la dimensión del agujero que había que hacer".
Tras verse obligada a parar las obras, la entidad tuvo que iniciar un expediente para legalizar esta instalación y acometer nuevos trabajos, que comenzaron finalmente el pasado mes de abril. Ahora, con la recepción de la obra, desde los Centros afirman que "se da por concluido un proyecto con el que se consigue reducir notablemente el impacto visual que generaba la anterior infraestructura e integrar el edificio y el paisaje creados por César Manrique".
El consejero de Turismo del Cabildo, Echedey Eugenio, se ha "congratulado" por haber puesto "punto y final en los plazos establecidos" a un proyecto que "soluciona una asignatura pendiente que teníamos en los Centros". Este proyecto, según Eugenio, "recupera las formas arquitectónicas que siempre caracterizaron la imagen exterior de Jameos del Agua e integra y armoniza la obra de César Manrique con aquel entorno paisajístico".
El proyecto corrió a cargo de GPY arquitectos, que sostiene que la nueva obra "reduce notablemente el impacto visual que generaba la anterior infraestructura en el entorno". Para eso, según ha explicado Urbano Yanes, han "hemos eliminado los volúmenes que existían sobre rasante, que distorsionaban la percepción del entorno y del espacio libre existente entre la Casa de los Volcanes y la cúpula del Jameo de la Cazuela con el objetivo de devolver la horizontalidad a la estructura creada por Manrique".
En concreto, se "demolieron el forjado de cubierta del edificio anterior y de planta en ámbitos concretos; la tabiquería interior y la envolvente", y "reconstruyeron una nueva estructura portante y muros en consonancia con las alturas del conjunto arquitectónico con el objetivo de reducir una altura la estructura que daba cobijo al montacargas para integrar y armonizar la nueva con el entorno".
Echedey Eugenio concluye destacando que esta actuación forma parte del "ambicioso plan que estamos ejecutando para mantener y conservar unos espacios únicos y singulares, que son patrimonio natural, artístico y cultural de todos los lanzaroteños".
