"La verdad es que todavía no lo he asumido, porque me ha cogido por sorpresa. Pero que se acuerden de uno después de 18 años es una alegría bastante importante". El ex alcalde de Tías, Florencio Suárez Rodríguez, ha expresado así su satisfacción por el reconocimiento que le otorgará la Corporación municipal, [que este lunes aprobará en pleno iniciar los trámites para su nombramiento como Hijo Adoptivo de Tías, para otorgarle la Medalla de Oro del municipio y para que la actual avenida central pase a tener su nombre. ->76423]
Florencio Suárez ha repasado sus años de Alcaldía, entre la década de los 80 y principios de los 90 del siglo XX, en una entrevista en Radio Lanzarote-Onda Cero. Así, ha señalado que la obra de la que se siente más orgulloso es la del Fondeadero, "desde el punto de vista de la formación de la juventud". "Desgraciadamente, el proyecto se malogró", ha señalado, al tiempo que ha confiado en que la actual Corporación retome esta obra.
Asimismo, ha hablado de César Manrique, un hombre con el que tuvo muchas disputas en los años en que fue alcalde de Tías. "No sé qué pensaría Manrique de mi nombramiento, sé lo que pienso yo de Manrique. Cuando recibí la noticia de su fallecimiento, fue lo mismo que pensar que Lanzarote se había derribado. Y eso precisamente es lo que ha sucedido", ha manifestado.
Sobre las polémicas y discusiones que tuvo con el artista, Florencio Suárez ha admitido que con él "era exigente, pero no podía ser de otra manera". "Gracias a él, Puerto del Carmen se salvó, porque no olvidemos que del año 91 a la actualidad no se ha construido apenas. Hay disparates que se hicieron y que no tienen solución y no hubo forma de paralizarlos", ha indicado.
"Jamás me olvidaré de él"
Florencio Suárez ha recordado también una anécdota con César Manrique, a quien "jamás" olvidará. "Iba hacia Yaiza un sábado por la mañana y en Los Lirios estaban pintando las viviendas sociales de amarillo. César Manrique entró por la puerta de mi despacho y me dijo que estaba loco. Me dejó desorientado, le calmé y le dije que yo no sabía que estaban pintando de amarillo. Sabía que tenían la obligación de pintar de blanco y le saqué el expediente para que viera que no le engañaba. Me dijo: 'No esperaba menos de ti'", ha relatado.
El ex alcalde de Tías también ha despejado algunas dudas que han quedado sobre su mandato como, por ejemplo, una moción de censura que le plantearon, aunque no prosperó. "La moción fue un poco manejada por un concejal de mi grupo de gobierno. Yo hice un viaje a Fitur y cuando vine me encontré con algo que no me encajaba. Así, le sustituí, ya que era el primer teniente de alcalde. Montó en cólera y me planteó una moción de censura. Fue a pleno y no prosperó, porque presentó a un candidato que también era de mi grupo y que finalmente se abstuvo. Ya no había mayoría absoluta y se desempató con el voto de Alcaldía", ha explicado.
Igualmente, ha querido dejar claro que él no concedió la licencia al Hotel Fariones Playa. "No me quedó más remedio que asumirlo", ha asegurado. "Ya tenía la licencia del Ayuntamiento y la del propio Gobierno de Canarias. Eso no fue una obra mía, pero tuve que asumirlo porque el Ayuntamiento no tenía capacidad para indemnizar. Si hubiera tenido atribuciones, estén seguros que el hotel no habría estado allí", ha insistido.
"La política ha cambiado una barbaridad"
El ex alcalde de Tías también ha realizado un repaso a la política y sobre cómo ha cambiado "una barbaridad". "Siempre ha habido políticos buenos y menos buenos, pero la política se veía desde otro ángulo, desde el punto de vista de la demanda social, del pueblo, no al revés. El político se ha distanciado del pueblo en sí, antes estábamos en reuniones constantes con los vecinos. Los vecinos se sentían apoyados. Ahora resulta que el vecino no puede apoyar al político porque el político no apoya al vecino. Esto es lo que está ocurriendo, salvo algunas excepciones", ha lamentado.
En este sentido, Florencio Suárez también ha hablado sobre la tragedia del paro en España. "En la época en la que fui alcalde tuve dos crisis, pero es que ahora es a nivel mundial. El tema se ha complicado tanto, que no se qué pensar", ha señalado. Además, lo que le sorprende al ex alcalde es la calma con la que la sociedad está asumiendo esta situación.
"Viendo la crisis que existe, que no hay un puesto de trabajo y ves a la gente tranquila. A mí me da malestar. ¿Cuándo esta gente va a protestar?, ¿Cuándo van a exigir a los políticos que se les tenga en cuenta? Así no se puede continuar. Mi hijo que hizo informática, una formación profesional, lleva parado más de dos años y no hay manera de conseguir un puesto de trabajo de nada. Es que no hay. Y cada vez quitando más", ha lamentado.
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