El hogar para personas mayores, dependientes y en exclusión social dispondría de 80 plazas residenciales y 15 de centro de día. Para ello, el edificio se distribuiría en dos plantas, de forma que en la primera estarían ubicados el comedor, una cocina de gran capacidad y habitaciones para 20 personas y, en el segundo piso, estarían el resto de cuartos.
Asimismo, se prevé que en el centro trabajen un gran número de personas y de voluntarios. El centro estaría dirigido por los hermanos franciscanos de Cruz Blanca, pero habría plazas conveniadas con el Ayuntamiento de Arrecife y con el Cabildo, de forma que desde los Servicios Sociales se puedan derivar personas a este centro.
"Con esto se aliviaría mucho la situación no sólo residencial, sino como respiro familiar y centro de día, que es una necesidad no sólo en Lanzarote, sino en Arrecife, que no hay plazas", señala Martín, quien añade que así," no sólo se solventa el tema de las personas mayores dependientes, sino que antes, durante y después, se pueden crear muchos puestos de trabajo".
Además, una de las características de este centro es que estaría destinado a personas sin recursos. "Las familias se tienen que dejar en residencias 1.200, 1.500 ó 1.800. ¡Quién se puede permitir eso?, se pregunta el presidente de la asociación Amigos de Cruz Blanca.
Sin embargo, unas de las cosas de las que se queja Martín, es del poco interés que ve en las instituciones de cara al proyecto. "No pasan ni por la obra. Nosotros tenemos que cumplir con lo que marca la ley, que es justificar el dinero, pero yo no veo que haya interés. El interés ha sido por parte de los medios informativos, pero no de las instituciones", señala. "Tienen esa alternativa y si no la quieren, se cierra el quiosco y adiós muy buenas, pero después que no se quejen", concluye.
