Sabemos que han iniciado ustedes conversaciones con otras formaciones nacionalistas, como CC, de cara a las próximas elecciones del 20-N. ¿Cuál es el sentido y la intencióndel PIL de cara a esas elecciones y a las negociaciones que mantienen?
Como usted bien ha dicho, desde la semana pasada se han mantenido conversaciones con CC. El objetivo es alcanzar un acuerdo para confluir conjuntamente en las elecciones del 20 de noviembre y con ello poder alzarse, en esta ocasión el nacionalismo lanzaroteño, con una silla de senador y también, por supuesto, con una silla de diputado nacional. Ése es el objetivo. Por el camino, por supuesto, quedan muchos lazos que atar todavía, muchas cuestiones, porque también creo que el procedimiento no ha sido el más escrupuloso, el más respetuoso con la formación, y bien es cierto que aún cuando se ha querido arreglar, aún quedan algunos cabos que atar. No se puede decir todavía a día de hoy si definitivamente vamos a confluir o no conjuntamente, pero en esa búsqueda se han sentado las dos formaciones políticas.
Desde las últimas elecciones generales, en las que intentaron una alianza preelectoral que se rompió a última hora, las circunstancias han cambiado mucho para el PIL y para CC. ¿Qué les lleva ahora a plantearse este acuerdo?
Es cierto, y no hay que negarlo, que el PIL salió poco reforzado en las pasadas elecciones locales, perdiendo un número significativo de votos, porque fueron muchas las circunstancias, pero creo que ésa no va a ser la situación para los próximos años. A nosotros nos queda todavía una labor interesante y dura que hacer, pero yo creo que también una labor mucho más motivante, que es la de recuperar poco a poco espacio electoral, bien con nuestros aciertos o bien con las circunstancias que nos vayan favoreciendo otras formaciones políticas, porque a día de hoy, yo creo que ni siquiera el gobierno del Cabildo insular está dando muestras de una efectividad que vendió poco antes de las elecciones ni muchísimos menos. Yo creo que la sociedad de Lanzarote esperaba algo diferente y a día de hoy no se le está ofreciendo. La cita electoral no es la misma que hace cuatro años, las circunstancias ni sociales ni políticas ni económicas son, ni mucho menos, similares, y yo creo que hace cuatro años también se fue a las elecciones con una voluntad de llegar a un acuerdo, incluso postelectoral. A día de hoy se plantea la cita electoral con la misma ilusión y esperamos que sea respondida por las otras formaciones políticas con la misma honestidad y sinceridad. Si es así, yo creo que no será difícil que se cumplan las condiciones para confluir.
Todo apunta a que el candidato al Senado va a ser Pedro San Ginés y parece que el cuarto al Congreso también va a ser de Coalición Canaria. En ese contexto, ¿qué espera el PIL de esa unión con CC?
Yo no me atrevería a decir de momento que ésas van a ser las condiciones finales del pacto, porque en esta confluencia quedan algunos cabos que atar y creo que, definitivamente, sobre la mesa, deberán de cerrarse las candidaturas. Si finalmente es CC quien encabeza la candidatura al Senado será quien designe a su candidato y, si no es así, habrá un candidato común.
Desde CC han reprochado al PIL en los últimos años lo que entienden que fue una "traición", cuando ustedes retiraron a última hora su apoyo a Jesús Machín en las últimas elecciones al Senado. ¿Cree que esa desconfianza puede estar de alguna forma aún vigente y puede perjudicar a estas conversaciones?
Ésa es una parte de la realidad, que fue la más pública, de aquella vieja y azarosa historia de la confluencia nacionalista para aquellas elecciones. Parece que el sambenito se lo llevó el PIL, no por dejar de apoyar, sino por poner sobre la mesa parte de una realidad que en aquel momento también estaba jugando CC de forma poco leal. Pero eso es parte del pasado. Creo que siempre me ha caracterizado, en mis discursos públicos, el no hablar de rencores ni de saldar cuentas, sobre todo cuando no pertenecen a la nueva generación que está al frente del PIL. Creo que hay que hacer borrón y cuenta nueva, empezar de cero. Y creo que nadie puede reprochar, el PSOE en primera fase, y el PP y CC, nuestra labor conjunta de gobierno en los últimos años en el Cabildo. No hemos tenido ninguna actitud de deslealtad en ninguno de los casos, sino todo lo contrario. Creo que esa actitud fue lo que favoreció los resultados electorales para otras formaciones políticas y creo que quien se sienta a negociar con el PIL puede tener la garantía total de que en los últimos cuatro años hemos sido fieles en los pactos que hemos firmado.
¿Le gusta a usted el candidato Pedro San Ginés?
Creo que, sin lugar a dudas, por encima de Pedro San Ginés, hay un candidato mejor, que es cualquier candidato del PIL.
¿Entiende Fabián que esta duplicidad de cargos, tan criticada generalmente por las formaciones políticas, puede perjudicar al Cabildo?
Quiero ser tremendamente respetuoso, ante todo, con las decisiones soberanas de otras formaciones políticas. No voy a valorar si es el mejor candidato o si es acertada la decisión del partido o no. Yo creo que en el hecho de que una persona pueda ostentar dos o tres cargos está la valía y la capacidad de esa persona para ostentarlos, porque si tener un cargo de responsabilidad significa simplemente pasear un maletín por los aviones sin resultados ejecutivos para la mayoría de las necesidades de Lanzarote, claro que rechazo que tenga dos cargos. Ahora bien, si esa persona es capaz de defender con total garantía, con fuerza y decisión, las necesidades de los lanzaroteños en el Senado de Madrid, esa persona sí puede tener dos cargos, e incluso tres, por qué no. No sé si será el caso de Pedro San Ginés, pero permítanme la expresión cariñosa de ponerlo a prueba. Si él quiere ponerse a prueba y Lanzarote lo ve bien, pues ese será su caso. Pero ya digo que por encima de él hay candidatos del PIL que están mucho mejor.
¿Esta unión puede implicar también una alianza en algunas instituciones de Lanzarote?
Yo creo que cuando empezó la legislatura se hizo una invitación abierta, lógica,al PIL, pero con unas formas un tanto extrañas, en las que se nos proponía que entrásemos a gobernar para después negociar con el PP con mayor fuerza. Ésas no son por naturaleza mis formas. A mí no me gusta, como a la mayoría de las personas, que se me utilice y, por tanto, se rechazó la entrada del PIL en el gobierno, sabiendo que eso tenía un coste importantísimo, porque todas las formaciones políticas luchan para entrar en el gobierno. Con los resultados electorales que tuvimos, porque la sociedad de Lanzarote se pronunció, decidimos estar un poco al margen de las estructuras de poder, de gobierno de las instituciones. Si usted me pregunta si esto podría suponer la entrada del PIL en el Cabildo, le diría que no.
¿Va a cerrar el PIL, después de los resultados del 22 de mayo, un pasado y afrontar un PIL distinto a partir de ahora?
Habría que hablar de qué pasado hay que cerrar y qué futuro hay que abrir, al igual que creo que ustedes no hacen la misma radio que hacían hace 25 años en Lanzarote. Yo creo que actualmente no se hace la misma política, para bien o para mal, porque también se echan de menos algunos aspectos del pasado, pero es imposible hacerlo, porque estamos rodeados de unos condicionantes, o bien burocráticos o bien legales, que lo impiden hacer. Pero yo creo que hace cuatro años se renovó el partido en el último congreso, que casi el 100 por cien de los altos cargos de la Ejecutiva son personas con una media de edad de 35 años, y creo que ese ejercicio, por lo menos, ya se hizo. Quizá nos ha faltado entrar más en sintonía con lo que los lanzaroteños sienten, quieren o demandan, pero ése es un trabajo que como presidente, y lo asumo, me toca hacer de ahora en adelante. Y no sé si las cosas, cerrando o abriendo puertas, tendrán sin lugar a dudas que potenciarse para dentro de cuatro años volver. Y además, los lanzaroteños siempre quieren que estemos.
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