Con un parque de automóviles que crece cada año, muchos optan por guardarse aparcamiento con reservas ilegales de suelo en la vía pública. Algunos pintan su bordillo de amarillo y otros colocan los muebles a la puerta de casa

"Este sitio es mío"

Quizás por este aumento del número de vehículos han proliferado las triquiñuelas de los conductores a la hora de reservarse, incluso fuera de la norma, un espacio donde dejar sus coches. Hay quienes por su cuenta ...

22 de enero de 2008 (15:39 CET)
Este sitio es mío
Este sitio es mío

Quizás por este aumento del número de vehículos han proliferado las triquiñuelas de los conductores a la hora de reservarse, incluso fuera de la norma, un espacio donde dejar sus coches. Hay quienes por su cuenta pintan el bordillo del garaje con una línea amarilla, ahorrándose la solicitud y el pago de la licencia de vado, para evitar el estacionamiento de otros vehículos. En otras ocasiones son directamente un par de sillas con una tabla de madera las que materializan la reserva del hueco o el típico cartel de "No aparcar". Son algunos de las infracciones registradas por los ayuntamientos y la policía local en diversos puntos de la isla.

Incluso hay quien tras dejar de pagar la licencia de vado de un año para otro, conserva la placa del ayuntamiento y continúa haciendo uso del vado aún sin licencia, o aquellos que "entienden como propio" el espacio de acera ubicado frente a su casa y aplican sus propios métodos disuasorios cuando otro vehículo aparca en su lugar, y dejan al intruso encerrado aparcando su coche delante para bloquearle la salida. "Este sitio es mío", es la frase con la que increpan algunos vecinos, por ejemplo, de la calle Chimidas en Playa Honda, para referirse al espacio de acera pública frente a sus casas. Acera pública según asegura el concejal de Tráfico del municipio, Andrés Stinga porque "de la puerta de casa para fuera es espacio de todos".

El problema de aparcamiento es una realidad en las grandes y medianas ciudades del territorio nacional pero el caso de Arrecife es significativo. Más coches cada año en una ciudad que no cuenta con grandes zonas de aparcamiento y donde por lo general la población se desplaza, incluso dentro de la propia ciudad, en coche. "La gente se tiene que acostumbrar a que no puede estar en la ciudad con el coche", explica Victor Betancort, concejal del área del consistorio capitalino que aunque reconoce "deficiencias" en el servicio de transporte público urbano considera que "hay que ir al centro caminando o en la guagua" para evitar la concentración de vehículos en un casco urbano con pocas avenidas amplias que cuenten con zonas habilitadas para estacionar.

Licencias de Vado

Ante la dificultad para aparcar, cualquier local o solar puede ser suceptible para crear un garaje, ya sea individual o colectivo. Por ello, y unido a que la nueva ordenanza municipal modificada en 2005 traía un abaratamiento del metro lineal para la licencia de vado, "la demanda ha aumentado notablemente", asegura Betancort. En Arrecife existen en la actualidad alrededor de 2.000 vados con licencia. Pero hay quienes, según denuncian algunas asociaciones de vecinos, reservan los espacios sin pasar por el Ayuntamiento. Existen, como en Costa Teguise, garajes que aunque pertenezcan a una urbanización con más de diez años de antigüedad todavía están tramitando el vado. Es por ejemplo, el caso de un complejo de apartamentos de la calle Argentina, en la que una mano de pintura de la calzada ha venido a dejar claro que se puede aparcar frente al garaje, y ha obligado a la comunidad de propietarios a poner un cartel apelando a los vecinos para que respeten un hueco que en realidad es público, alegando que, ahora sí, están tramitando el vado.

Todos iguales

Ante la picaresca, desde las instituciones y los cuerpos de seguridad animan a la ciudadanía para que informe sobre dichas infracciones porque no siempre son fáciles de detectar. "Cuando alguien denuncia una ocupación de una vía la policía acude al lugar y verifica la acción, con lo que a la denuncia del ciudadano le añade un informe policial que le va a dar un mayor peso porque en este tipo de cuestiones la versión policial tiene don de veracidad", explica el sargento de la Policía Local de la capital. Una vez detectada la trampa, ya sea por los técnicos del Ayuntamiento o por agentes de la policía, se corrige la infracción y al dueño de la finca se le puede abrir un expediente sancionador en virtud de la ordenanza municipal de tráfico. Sanciones que pueden ir desde 90 euros hasta alcanzar los más de 300 euros según el número de vehículos que utilicen el vado.

Infractor al descubierto

Reconocer cuando la señalización de un vado es legal o no es algo que cualquier ciudadano puede comprobar fijándose en ciertos detalles que deben estar siempre presentes si la licencia es del Ayuntamiento. Según el testimonio del sargento de la polícía local de Arrecife, José Antonio Lasso "la señalización de la vía pública le corresponde exclusivamente al Ayuntamiento y ningún particular puede, sin autorización, señalizar nada en la vía pública". Por ello, si se trata de una línea que está reservando un espacio, porque hay una puerta de garaje o un comercio, debe estar refrendada con dos placas en la pared o sobrepuestas en la acera, en las que conste la señal circular roja y además el número de vado que se corresponde con el de la licencia otorgada por el Consistorio. "La señalización vertical debe estar también ya que la línea horizontal amarilla es sólo para determinar el espacio", concluye Lasso.

Todas estas anomalías son infracciones administrativas y no se considerarán delito si la acción no pone en peligro a la ciudadanía pero afectan notablemente en los ánimos de los vecinos que en ocasiones se sienten engañados por el prójimo.

El precio de reservar la vía pública

Las calles de las ciudades y pueblos son de todos los vecinos y para reservar permanentemente un espacio en ellas mediante una licencia de vado anual es necesario rellenar una solicitud en las oficinas del Ayuntamiento. El concejal del área firmará la providencia a la Oficina Técnica, por un lado, y a la Policía Local por el otro. La primera emitirá un informe sobre las condiciones del espacio y si cumple con la normativa vigente y la policía emitirá un informe donde quede reseñado el grado en el que afecta al tráfico y la circulación. Cuando el responsable del ayuntamiento, en la mayoría de casos el concejal del área otras el propio alcalde, tenga en sus manos dichos informes favorables concede inmediatamente la licencia de vado a la persona solicitante. Los precios varían según las ordenanzas municipales, pero según la ordenanza fiscal reguladora de la tasa por entrada de vehículos a través de aceras y las reservas de vía pública para aparcamiento exclusivo, carga y descarga de mercancías de cualquier clase, en Arrecife cuesta 30 euros un vado de hasta dos coches, y 92 euros en un garaje para de entre tres y diez vehículos, 146 euros de entre 11 y 30 y 174,52 euros de entre 31 a 60 vehículos.

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