Uno de los letrados que se quejó al Colegio de Abogados y en el Juzgado de Guardia por el supuesto trato "indigno" de un policía, cuenta su experiencia personal a La Voz

"En mis 13 años ejerciendo como abogado jamás me había encontrado con una situación así"

Por C. S. G.Mientras [el comisario de la Policía Nacional en Lanzarote, Raimundo Villanueva, estaría analizando la posibilidad de dejar ese cargo->6315], pidiendo que le trasladen a otro destino, uno ...

7 de abril de 2006 (18:14 CET)
En mis 13 años ejerciendo como abogado jamás me había encontrado con una situación así
En mis 13 años ejerciendo como abogado jamás me había encontrado con una situación así

Por C. S. G.

Mientras [el comisario de la Policía Nacional en Lanzarote, Raimundo Villanueva, estaría analizando la posibilidad de dejar ese cargo->6315], pidiendo que le trasladen a otro destino, uno de los seis letrados que elevaron sus quejas al Colegio de Abogados por el accionar de un agente policial durante la toma declaraciones a detenidos, contó a LA VOZ la situación que asegura haber presenciado y vivido en la Comisaría de Arrecife hace tres semanas. El abogado en cuestión, que estando de guardia actuó de oficio en el caso por el cual terminó presentando la queja, es un profesional de la isla con una amplia trayectoria. Pidió que su nombre no tomara estado público pero no puso reparos para relatar lo ocurrido. Unos hechos que, aclara, sólo se centran en un agente concreto del cuerpo de la Policía Nacional, el mismo que ha originado todas las demás quejas de los letrados, y que asegura le ha dejado boquiabierto.

"En mi vida me había encontrado con una situación así. Jamás. Nuca en mis 13 años que llevo ejerciendo me había encontrado con una situación de este tipo", asegura el abogado. Por eso, y dando una versión contraria a lo que había afirmado el Comisario acerca de que ninguno de esos letrados hizo una presentación judicial, este abogado asegura que sí puso en conocimiento de la Justicia los hechos, concretamente ante el juzgado de guardia de ese día, que era el de Instrucción Número 3.

Todo ocurrió cuando tras ser detenida una persona, por presunta posesión de droga, el letrado se personó en la sede policial para asistirle durante la toma de declaración, actuando de oficio ya que el detenido no había designado un letrado particular. Grande fue la sorpresa de este abogado cuando, según cuenta, se encontró con una muy exaltada actitud por parte del agente policial que estaba llevando adelante el procedimiento, con gritos y hasta algunas amenazas tanto al detenido como al letrado.

"La verdad es que no sé qué le pudo pasar a este señor ese día, pero creo que no es ese único día. Yo pensaba que habría tenido algo personal muy fuerte, y el hombre ha reaccionado así. Lo hubiese entendido, pero cuando me dicen que es reiterativo, y que ya van como siete u ocho veces... Yo he estado mucho en Comisaría, en la Guardia Civil, llevo muchos años yendo allí, he tratado con muchos agentes de un cuerpo y del otro, cada uno tenemos nuestra manera de ser, pero nunca hasta ese día sufrí esa falta de respeto", dice

Consecuencias insospechadas

El abogado cuenta que lo que vivió "no sé sí calificarlo como miedo, pero porque allí había más agentes que en una situación así creo que sabrán reaccionar convenientemente", pero admite que por un momento pensó que la situación a la que describe como de "máxima tensión" podía llegar a tener graves consecuencias.

"Pensé que si ese señor tenía un mal día, podía llegar a no sé qué cosa... Algunas personas, cuando se van un poco, nunca se sabe cómo pueden llegar a reaccionar". Con todo aclara que "era más sorpresa que miedo, y no entender realmente lo que pasaba", y considera que lo verdaderamente grave es que "se estaba violando la ley de enjuiciamiento criminal en relación con el detenido".

El letrado admite que en lo personal pasó un muy mal momento, pero dice que peor lo fue para el detenido, por sus circunstancias. "No me quiero centrar en mí, porque lo que menos importa es que yo sufriera cierto trato, porque a mí lo que me preocupaba en ese momento era la situación del detenido. Luego, el trato a mí podía ser más o menos respetuoso, vejatorio o lo que se quiera, pero lo que yo no veía lógico era que se trate así a una persona que está detenida, que supuestamente es inocente, porque detenida puede estar cualquier persona y eso hace que se le tengan que respetar más los derechos, pero no estaba siendo así".

Al juzgado de guardia

La toma de declaración nunca se hizo delante de este letrado, porque dice que ante el cariz de los hechos, prefirió irse de la sede policial y poner al juzgado de guardia en conocimiento de lo ocurrido. "No es que la toma de declaración no haya terminado, porque no se puede dar por no terminado algo que ni había empezado. Allí no había empezado correctamente nada, porque con la actitud de ese policía, era imposible, y por lo tanto, terminar lo que nunca empezó correctamente, no tiene sentido", reflexiona el letrado.

"Fue una situación muy tensa, no se estaban respetando los derechos del detenido ni la labor del abogado, y aquello era de todo menos una asistencia conforme a lo que manda la ley de enjuiciamiento criminal. Por eso, lo que me preocupó fue el hecho en sí, que puse en conocimiento del titular de la guardia, es decir su señoría en ese momento, que es el Juzgado de Instrucción Número 3, que debe conocer los hechos que están sucediendo bajo su guardia", relata.

El abogado explica además que no se trata de una denuncia penal porque "esa no es la vía" para un caso de este tipo. "No es una denuncia, es una puesta en conocimiento de unos hechos anormales, porque yo como abogado es eso en lo que me siento en la obligación de hacer, ante una violación de las leyes de procedimiento: ponerlo inmediatamente en conocimiento del juez, y este actuará según su entender. Y este mismo hecho que pongo en conocimiento del Juzgado de Guardia lo traslado mediante queja a mi Colegio, como debo hacer ante cualquier incidencia que afecte al desenvolvimiento de mi profesión", sostiene.

Otro caso

A su vez, el abogado cita otro de los casos que también considera de enorme gravedad, que tuvo como involuntario protagonista a otro letrado, "al día siguiente de pasarme a mí lo que he relatado". En este caso, el juez decano Jerónimo Alonso Herrero "se presentó durante otra toma de declaración, ante el mismo agente policial, y yo supongo la gravedad que alcanzaría esa declaración cuando el propio juez de guardia tiene que personarse en Comisaría".

Por último, el letrado subraya que sus quejas no son contra el cuerpo de Policía, sino contra un agente en concreto, aunque también subraya que considera fundamental que "esta situación se subsane con urgencia", al considerar que es la única manera de garantizar que en la Comisaría se respeten todos los derechos de las personas. "Si ha uno le van a detener y piensa que allí le va a pasar de todo, es volver a épocas muy pasadas", concluye el abogado.

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