Arrecife maneja un listado de una quincena de calles susceptibles de un cambio en sus nombres

En busca del nombre perfecto

Arrecife tiene calles con nombres desafortunados, denominaciones que conmemoran fechas como el 18 de julio de 1936, día de la sublevación de un grupo de militares contra el Gobierno de la Segunda República, que condujo a la ...

17 de mayo de 2008 (02:47 CET)
En busca del nombre perfecto
En busca del nombre perfecto

Arrecife tiene calles con nombres desafortunados, denominaciones que conmemoran fechas como el 18 de julio de 1936, día de la sublevación de un grupo de militares contra el Gobierno de la Segunda República, que condujo a la Guerra Civil española; o placas que distinguen a personas como José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española.

La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Arrecife, dirigida por María Dolores Rodríguez, maneja un listado de una quincena de calles que deberían o podrían cambiar su nombre. Además de las citadas, podrían desaparecer las planchas de metal azul de Fernández Ladreda, General Goded, Gobernador Civil José García Hernández, Onésimo Redondo y Alférez, entre otras

La comisión consultiva, no vinculante, que debatirá el cambio de nombres de las calles de Arrecife y propondrá los nuevos, celebrará su primera reunión el 19 ó 20 de mayo, según avanzó la concejal. Estará integrada por representantes de los partidos políticos de la Corporación y por Antonio Lorenzo, Félix Hormiga y Agustín Pallarés, entre otros expertos. Su objetivo será "llegar al máximo consenso".

María Dolores Rodríguez subraya la palabra "consenso" entre los integrantes de la comisión, que tendrá un límite temporal para formalizar sus propuestas. Éstas serán llevadas posteriormente a la Comisión política de Cultura y al Pleno del Ayuntamiento para su aprobación. "No me atrevo a decir nombres nuevos, pues es algo subjetivo y lo decidirá la comisión. Se podrían utilizar topónimos, instrumentos agrícolas, bailes típicos o palabras como Concordia y Paz, pero lo importante es que la decisión aúne a todo el mundo".

La responsable de Cultura señala que "no se trata de borrar la historia, pero lo que está claro es que el nombramiento de las calles no fue equilibrado en su momento, y que no hubo justicia para todos, muy al contrario". Su criterio es que se estudie cada caso, "uno por uno, porque podemos encontrar nombres de ministros de la década de los 40 que no tienen ninguna vinculación con la historia de Lanzarote y, en cambio, hay otras personas que están ligadas a la isla de forma positiva, que hicieron cosas por Lanzarote".

Un caso que correspondería a esta descripción es el del general franquista García Escámez, cuya labor en el mando económico de los años 40 cubrió necesidades que existían en Lanzarote y La Graciosa. "Este general presentaba la cara más amable del Movimiento y fue el impulsor de muchas obras, como el Hospital Insular o la Iglesia y el cementerio de La Graciosa", informa Félix Hormiga.

Félix Martín Hormiga apunta que "tendremos que hilar muy fino" a la hora de revisar el nombre de las calles. A su juicio, el criterio para nombrarlas debe relacionar la historia con el suelo. "Deben ser criterios formales, concretos, relacionados con el mundo de la cultura y representativo de la gente que ha hecho cosas por Canarias, pero al mismo tiempo no se debe caer en lo excesivamente popular", explica.

Calle Igualdad sin Fraternidad ni Libertad

La calle que recuerda al destacado tenor Alfredo Kraus es un pequeño pasaje donde no viven vecinos que está situado en la trasera de la Escuela de Arte Pancho Lasso. Por el contrario, la calle José Antonio Primo de Rivera es una de las arterias principales de Arrecife, la salida directa hacia el Sur. Claro desequilibrio de personajes y calles con un reconocimiento inadecuado. La calle José Antonio se llamó antes Amargura, porque era un terreno sucio y pedregoso, tal como expone Félix Hormiga, quien recuerda que luego se llamó García Guerra y después Carretera de Tías, hasta que se le dio el nombre del fundador de la Falange.

Numerosas son las calles con denominaciones de barcos que no hacen referencia a las propias embarcaciones y dan pie a otras interpretaciones, como por ejemplo las calles El Bartolo, El Rápido, La Rosa, El Indio, Rosalía y otras. Otras vías como las calles Juan Manuel, Catalina o Tres Amigos, no aportan datos algunos que justifiquen "su importancia", como la calle El Malacabado, que hace compañía a personalidades tan relevantes como Adolfo Topham, Benito Pérez Armas o Clavijo y Fajardo. Una buena iniciativa fue la reciente inauguración del pasaje Román El Practicante.

La calle Igualdad se quedó sin Fraternidad y Libertad, calles que debieron existir y ser posteriormente eliminadas, según plantea Martín Hormiga. La calle Manuel Miranda antes se llamó Salazón, porque había una industria de salazón de pescado en su ruta. Y la calle García de Hita se conocía por calle Disimulo, porque era la vía paralela a la Calle Real por la que bajaban a la Iglesia viudas recientes o personas sin ropas apropiadas.

Las historias existen y no sólo las escriben los militares, los políticos, el poder eclesiástico y el empresarial. Libertad, Igualdad y Fraternidad fue la consigna de una movilización social que marcó el curso de la historia francesa y de otros países.

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