Hace dos semanas se publicaba una noticia acerca de una empleada de una empresa de alquiler de vehículos en Tías, a la que sus jefes habían interpuesto una denuncia porque además de estafar supuestamente a la empresa en la que trabajaba, también había cargado en la cuenta de los clientes cantidades superiores a las que habían gastado, para así justificar el dinero en efectivo que supuestamente sustraía.
Asimismo, el portavoz de la Asociación Insular de Empresarios de Hoteles y Apartamentos de Lanzarote (ASOLAN), Paco Martínez, la semana pasada comentó en la reunión que mantuvieron los empresarios con las autoridades políticas de Teguise, "ciertas notas respecto a la seguridad, ya que hay algunos comercios que cometen auténticos fraudes con los turistas". Entre ellos, Martínez comentaba a este periódico que en dos o tres comercios de la Playa de Las Cucharas, desde hace 3 o 4 años, en ocasiones, a los turistas seles cargan en la tarjeta importes que no corresponden con los objetos adquiridos.
La Guardia Civil de Las Palmas verifica este hecho, aunque indica que "no es una práctica habitual, son casos puntuales". La benemérita dice que lo que han detectado es que en algunos bazares el importe que se carga en la tarjeta es superior al del precio indicado en el producto que se adquiere o que pasan la tarjeta dos veces. El cliente no se da cuenta de este hecho hasta que llega el extracto, y señalan que la mayoría de los afectados son de origen extranjero.
Martínez, que está en contacto directo con los turistas, por regentar el Hotel Los Zocos de Costa Teguise, señala que aprovechando el despiste del comprador estos vendedores apuntan cantidades superiores a las marcadas, en el consentimiento que se debe firmar al pasar la tarjeta, como por ejemplo, en vez de 110 euros, 1.110. Por ello, ha puesto una nota advirtiendo a los turistas de que tengan precaución a la hora de comprar elementos de electrónica, fotografía y demás. Asimismo, subraya que estos engaños no se hacen por despiste, ya que se repiten más de una vez y reconoce que este tipo de actos les hacen daño, ya que "un cliente hablando del problema dentro del hotel y contándoselo a otros clientes arma un problema grande".
Esto no es nuevo. Así lo confirma la consejera de Consumo del Cabildo de Lanzarote, Lourdes Bernal. La consejera explica que los casos en los que al cliente se le cobra dos veces por el mismo producto, se producen de la siguiente manera: el consumidor pagael objeto que adquiere mediante su tarjeta y firma la autorización. El vendedor argumentado que no se ha podido efectuar la lecturavuelve a pasar la tarjeta, y le solicita al consumidor que vuelva a firmar de nuevo.Ante estas situaciones, Bernal recalca que "el consumidor no es responsable, hay que ser prudentes, mirar bien lo que se firma, porque una vez que se firma, estás dando tu consentimiento".Advirtiendo de este tipo de actuaciones, y de otras, como la venta de objetos en cajas empaquetadas que no corresponden con el adquirido, la consejería de Consumo imprimió una hoja para los turistas sobre la adquisición de aparatos electrónicos.
Las denuncias
El director de la sucursal del Santander Central Hispano, Carlos Chimeno, afirma que este tipo de operaciones, en el caso de que no se haya firmado el consentimiento, son muy "raras" ya que "están perfectamente cotejadas en los bancos y son denunciables". Cuando el cliente detecta que le ha ocurrido esto, se dirige a la entidad donde tiene la tarjeta y ésta se pone en contacto con el vendedor, por lo que automáticamente "le hace cargo al comercio".
Por su parte, la Guardia Civil afirma que una vez que el afectado interpone la denuncia, recoge la documentación necesaria y hace las gestiones correspondientes con la entidad bancaria por si se ha cometido algún error, y después comprueba los datos con el comercio. Pero indica que una vez que se ha firmado la autorización del pago, el cliente tiene todas las de perder.
Estafas de gran magnitud con tarjetas
La Policía Nacional afirma que las denuncias que ellos reciben se centran sobre todo en sustracciones de tarjetas, y que aún así no son muchas, "hay meses que ninguna y otras dos". Así, declaran que las estafas a gran escala que se dan en ciudades como Madrid no tienen cabida en Lanzarote, como por ejemplo, situaciones en las que el estafador compinchado con un dependiente, a la hora de cobrar pasa la tarjeta (en las que no hacen falta claves de acceso) en dos ocasiones, una por el lector del negocio, realizando el cobro normal y otra por un lector que tiene un duplicado como el de los bancos. Con una clave informática consiguen el código, y ponen la banda magnética en cualquier tipo de tarjeta, dando paso a estafas cuantiosas.
Las nuevas tecnologías no se han quedado atrás, y la Policía Nacional también conoce la existencia de mensajes electrónicos, en los que identificándose como un banco que argumenta que "por medidas de seguridad estamos analizando los datos" solicita la numeración de la tarjeta y la clave de acceso. Normalmente suelen tener "faltas de ortografía" señalan, y una vez conseguida la numeración pueden acceder, por ejemplo, a hacer compras por Internet.