El equipo de soporte de Cuidados Paliativos Domiciliarios del Área de Salud de Lanzarote ha atendido en su primer año a 106 pacientes (68 hombres y 38 mujeres) que padecen una enfermedad oncológica avanzada, de carácter progresivo e incurable, y a los que se les ha dado un pronóstico de vida limitado. El programa, que está formado actualmente por un médico y una enfermera, tiene como principal cometido mejorar la calidad de vida de estas personas.
Entre sus funciones está la de crear una atmósfera de empatía, escucha activa, respeto y confianza entre el paciente, sus familiares y el equipo, favoreciendo la expresión de los sentimientos. Para ello toma como principales herramientas de trabajo: el control de síntomas, los cuidados de confort y el apoyo emocional.
Otro de sus cometidos es la implicación de los familiares en este trance, estableciendo una planificación y organización de los cuidados del paciente adiestrando a los miembros de la familia, como principal dadora de cuidados en el domicilio. Así se reforzarán sus conocimientos y habilidades como cuidadores, previniendo el agotamiento y la claudicación familiar, en una atmósfera comunicativa.
La mayoría de los pacientes son remitidos desde el Servicio de Oncología, aunque también pueden ser derivados de otras especialidades y/o de su médico de Atención Primaria. Las visitas ser realizan con la frecuencia necesaria según las necesidades y condiciones del paciente, haciéndose más frecuentes cuando éste está más crítico. El contacto telefónico es otra herramienta fundamental para asegurar un servicio directo y continuo. Da confianza al paciente y a su familia, y ayuda a garantizar la continuidad y calidad de los cuidados.
El equipo de Cuidados Paliativos a Domicilio del Área de Salud de Lanzarote también se coordina con los diferentes centros hospitalarios que tuvieran que intervenir en función del estado del paciente. Además, los profesionales pueden ofrecer asesoramiento sobre ayudas sociales y técnicas, tales como la adquisición de sillas de ruedas o camas articuladas.
El domicilio es el lugar más idóneo para seguir la evolución, control, apoyo y tratamiento de los pacientes en esta fase final cuando se reúnen las condiciones necesarias: que el paciente quiera estar en su casa, que la familia pueda atenderle, que el entorno sea el adecuado, que haya colaboración y comunicación entre los profesionales de los distintos niveles asistenciales y que haya un equipo de soporte sanitario de atención domiciliaria organizado.
ACN Press