El Concejal entiende que de las consideraciones de la sentencia dictada por el TSJC y de la lectura de la misma podría interpretarse que pudiera haber una prevaricación aunque apunta que "el hecho de que no se abran esas diligencias previas en torno a las circunstancias evidencia que no se dan los elementos de tipo penal para que se pueda pedir responsabilidades penales al alcalde, lo que no resta para que se deban pedir responsabilidades políticas"
"Es una cuestión de extrema gravedad" afirma José Pablo Lemes, que además mantiene que "si el alcalde fuera una persona seria, coherente y responsable lo que debería de hacer es dimitir". Denuncia que el alcalde lejos de velar por la legalidad y el ordenamiento jurídico, "no aplica la sanción correspondiente ni sanciona al empresario de un local comercial que invade zonas de Dominio Público y de servidumbres de protección sino que además acude a los tribunales a defender al mismo"
Para el PP queda claro que los vecinos de Tías no pueden confiar en José Juan Cruz porque sin duda dicen "ha creado una agravio comparativo con el resto de ciudadanos, dado que a algunos sí que se les aplica la ley y se les sanciona mientras que a este señor no sólo no se le castiga sino que se le permite ejercer una actividad comercial ilegal fomentando la competencia desleal con el resto de establecimientos comerciales de Puerto del Carmen"
El PP se muestra tajante y entiende que la mínima exigencia a un cargo público es la de cumplir con el juramento de respeto a la Constitución y al Ordenamiento Jurídico que hace cuando toma posesión de su cargo. "No se entiende ni se puede permitir casos como éste en los que no sólo no se cumple con la ley sino que se acude a un procedimiento judicial para defender a las personas que la infringen utilizando dinero público, mientras se sanciona a cualquier otro vecino por un proceder menos grave"
El concejal se pregunta por los intereses que pueda tener el alcalde en este local comercial, porque dice "lo que sí parece que ha quedado demostrado es su interés en otro local situado en una plaza pública al haber adjudicado un contrato para dar la explotación de esa plaza a un empresario amigo, montando un bar cafetería sin que el ayuntamiento haya visto un euro por ese contrato hasta el momento"
Lemes se queja de la falta de información facilitada por el grupo de Gobierno de Tías en torno a los procesos judiciales del ayuntamiento, por eso dice "será el alcalde el que tenga que dar los argumentos que le han llevado a actuar así, pero lo que se deduce de la sentencia es que el alcalde a quien intenta favorecer es a este empresario en concreto sin lugar a dudas". Los populares entiende que se respalda al infractor permitiéndole ejercer una actividad comercial en perjuicio de otros, y apunta que lo único que procede es cumplir la sentencia y precintar y hacer que cese la actividad del local, además de iniciar un expediente sancionador y acordar la demolición de las obras para reponerlo a su estado anterior
Al Supremo, en ningún caso
Si algo queda claro para la oposición en Tías es que en ningún caso José Juan Cruz Savedra debe presentar un recurso de casación al Tribunal Supremo. "El Ayuntamiento debe defender la legalidad urbanística con todo el rigor, por eso no entenderíamos que se fuera al Supremo, con los costes públicos que eso tiene, sabiendo de antemano que le van a decir que no". De ser así, apunta Lemes "los vecinos de Tías no pueden confiar en alguien que se empeña en defender a los infractores con el dinero publico"
El concejal popular subraya lo que a su juicio es la doble moralidad del PSOE lanzaroteño dado que según los mismos "mientras que el Cabildo se desvive en perseguir la ilegalidad de los hoteles de Playa Blanca, en el ayuntamiento de Tías se hace lo contrario, con un ayuntamiento que defiende la ilegalidad ante los tribunales" ante eso apunta Lemes "Uno siente vergüenza ajena"
Por otro lado, esta sentencia, según el PP en Tías, redunda en el ambiente de desconfianza por parte de los empresarios que no saben ahora mismo en qué condiciones va a enfrentarse a la competencia .
