El Partido Popular explica en un comunicado remitido a los medios el porqué de su voto en contra de la propuesta de la Concejalía de Cultura de cambiar el nombre a ocho calles de Arrecife, que considera "demagógica, populista, oportunista y frívola". Y es que a pesar de la aprobación del cambio, el PP asegura que es falso que la Comisión Consultiva para el cambio de nombre de las calles de Arrecife "haya elaborado conclusiones ni haya realizado algún tipo de propuesta al ayuntamiento", aunque los cambios de nombres se presentaron como "conclusiones" llevadas a cabo por la comisión.
"El concejal del grupo popular en la comisión ha hablado con algunos de sus miembros, quienes le han manifestado que se sienten utilizados por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento, pues se ha utilizado su nombre para justificar una decisión del grupo de gobierno, que integran PIL y PSOE, y no una propuesta de la Comisión Consultiva", apuntan desde el PP.
Asimismo, los populares recordaron la propuesta que realizó la Asociación de Vecinos de Titerroy pidiendo que la calle Onésimo Redondo pasara a llamarse Párroco Francisco González. Una iniciativa ciudadana, al amparo del Reglamento Municipal de Participación Ciudadana, que jamás llegó a la Comisión Consultiva ni se llevó ante el Pleno del Ayuntamiento de Arrecife, como dicta el reglamento.
Por otro lado, el Partido Popular presentó al pasado Pleno del 28 de julio, una moción para que, antes de proceder a cambiar el nombre de algunas calles, el ayuntamiento realizara una consulta popular, tal y como está previsto en el capítulo IX del Reglamento Municipal de Participación Ciudadana. "La citada moción fue rechazada, sin argumentación por PIL y PSOE", aseguran los populares.
La calle Trece de septiembre
Otro de los casos que relatan en el comunicado habla de once vecinos de la calle Trece de septiembre que el pasado lunes presentaron un escrito dirigido al alcalde, solicitándole que "reconsidere su postura y no se lleve a cabo el cambio, sino que se mantenga el nombre que tiene". Los vecinos justifican su reclamación argumentando que "durante la dictadura del General Franco también se le quiso cambiar, no estando de acuerdo los vecinos de entonces, los cuales lo mantuvieron; a pesar de haberse quitado la placa y puesto otro nombre". Por ello argumentan que "creemos que el nombre de la calle es solo una fecha que forma parte de la historia y que no hace alusión a ningún hecho ni personaje franquista, por lo que no vemos motivo alguno para realizar dicho cambio".
