El avance del Plan Insular de Ordenación de Lanzarote (PIO) reconoce que en Lanzarote hay más de 80 desaladoras públicas y privadas, lo que supone "una gran dispersión de este tipo de instalaciones, que en algunos casos presentan problemas de gestión, rendimiento energético y gestión de residuos". La capacidad de desalación es de 70.000 metros cúbicos al día, de los que 64.000 corresponden a Inalsa.
La cifra contrasta con la que concluyó un estudio de campo hecho por Inalsa y por el Consejo Insular de Aguas, que recogía que había 45 desaladoras privadas operando en la Isla, 15 en Costa Teguise, 21 en Playa Blanca y el resto en Puerto del Carmen y otras ubicaciones, casi todas están en hoteles y complejos de apartamentos.
En la Isla se consumen, según el documento de ordenación, 26 millones de metros cúbicos, de los que el 42 por ciento se pierde "en conducciones defectuosas y en mal estado, además de una gestión deficiente del servicio a los usuarios". La mitad de esa agua que no se factura se pierde en las conducciones, una cuarta parte en los depósitos y la otra cuarta parte en fraudes, lo que podría suponer, sólo por este último concepto, una pérdida anual cercana a cinco millones de euros para la empresa pública de aguas.
El documento recomienda la implantación de energías renovables para el ciclo del agua, así como reducir el consumo, aunque por otra parte prevé ampliar la capacidad de desalación con la nueva instalación de Arrecife, hacer una nueva desaladora entre Puerto Calero y Cortijo Viejo, recuperar la presa de Mala y casi doblar la capacidad de almacenamiento de agua actual, además de renovar la red de abastecimiento existente debido a su mal estado, entre otras actuaciones.
S.G. / ACN Press