El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Arona decretó esta tarde que Diego P. V., compañero sentimental de la madre de la niña de 3 años que falleció el pasado jueves en el hospital de Candelaria en Tenerife, queda en libertad provisional y sin fianza, aunque tendrá que presentarse ante el magistrado juez Nelson Díaz cada quince días. La decisión del juez se basa en los últimos informes periciales.
El informe médico forense indica que la causa principal de su fallecimiento es una caída, presumiblemente accidental, de una antigüedad de unos 5 ó 6 días, lo que vendría a confirmar la versión dada por el imputado sobre las hechos el pasado 21 de noviembre, según la cual la menor encontrándose jugando en una zona infantil de la urbanización en la que residía sufrió una caída accidental por la que fue llevada a urgencias el mismo día por el imputado y una cuñada de éste, apreciándosele únicamente un traumatismo nasal.
Los datos periciales señalan que la realidad de la caída y el fuerte golpe que se propinó en la cabeza la niña quedó acreditado por las declaraciones de la madre de la menor, la cuñada del acusado y por la profesora de la niña, porque todas aseguraron que la menor les había dicho con sus propias palabras que se había caído de un columpio. De esta manera, se corroboraba la versión dada por el imputado acerca de la caída accidental sufrida por la niña.
El magistrado señala que queda por tanto descartado, en este momento procesal, que el fallecimiento de la menor Aitana tuviera su causa en golpes propinados a la referida por el imputado. El informe forense, tras habérsele practica la autopsia, señala que las lesiones que presenta el cadáver de la niña "son enteramente compatibles con haberse producida por una caída presumiblemente accidental, de una antigüedad aproximada de unos 5-6 días".
Por la que respecta a las lesiones externas e internas que presentaba el cuerpo de la menor, el informe médico indica que "son totalmente compatibles con maniobras repetidas de reanimación", y en cuanto al desgarro del meso intestinal apunta que "no se puede hablar de golpe o contusión como mecanismo de producción. No se puede descartar que hayan sido producidos durante la manipulación quirúrgica del intestino".
"Con los datos disponibles actualmente no hemos observado lesiones de malos tratos", concluyen los forenses, lo cual coincidiría con la versión manifestada por el personal del centro docente donde acudía la menor y con el testimonio de los vecinos que nunca apreciaron síntomas de ella en la menor, lo cual fue además corroborado por la madre de Aitana y otros parientes.
El auto del juez expone que los hechos que han dado lugar a las presentes actuaciones, en este estado procesal, no pueden ser calificados, ni siquiera indiciariamente de constitutivos de un delito de homicidio ni de maltrato en la persona de la menor fallecida.
Así, y a pesar de que en el informe médico inicial se puso de manifiesto la existencia de lesiones a nivel vaginal y anal en el cuerpo de la niña, lo cierto es que en el informe médico forense realizado tras el examen de la menor se ha hecho constar que "no se observan lesiones traumáticas a nivel genital ni anal sugestivas de agresión sexual", por lo que no existe indicio alguno que permita afirmar, y ni siquiera sospechar, que la menor fallecida hubiese sufrido agresión sexual alguna, señala el magistrado.
ACN Press
