La organización ecologista El Guincho, después de conocer el Documento de Avance del Plan de Conservación del Hábitat de la cuernúa, se ha mostrado en desacuerdo con lo que plantea el documento de "evitar edificar en un radio de 100 metros en torno a los núcleos de población de la especie", porque los hábitat "tienen una consideración ecosistemática" que debe contemplarse como una unidad, "sin fragmentaciones ni procesos urbanizadores que la destruyan", por lo que piden que se proteja toda la zona y desaparezca "el límite artificial de protección en torno a los 100 metros".
El Guinco también solicita que sea modificada la categoría del suelo en los documentos de planeamiento en el ámbito del Charco del Palo perteneciente a Teguise y que se incluya en el documento la zona del Charco que pertenece al municipio de Haría.
Además, acusa al Ayuntamiento de Teguise de no proteger la parte que le corresponde del Charco y de hábitat de caralluma, y que"deja sin investigar hechos tan graves como aquellos en que de noche se arrancaron muchos ejemplares en la zona donde se trató de urbanizar", parcela que formaba parte de un Plan Parcial que según reconoció el propio Ayuntamiento en el Documento de Avance, es un Plan Parcial ilegal. El colectivo insta a la Viceconsejería del Gobierno de Canarias a que investigue, "se restauren los valores naturales alterados y se persiga y sancione a los autores".
El Guincho solicita que se proceda de inmediato a instar al Cabildo de Lanzarote a que cumpla con la responsabilidad, atribuida a la institución por Decreto, de gestión y conservación, "poniendo en práctica medidas de vigilancia y seguimiento para evitar la destrucción de especies, tal y como ocurrió en el ámbito del municipio de Teguise".
Según explican desde la asociación ecologista, la Fundación César Manrique entregó el pasado 16 de marzo al consejero de Política Territorial y Medio Ambiente, Carlos Espino, un informe en el que solicitaban la protección de las áreas donde aparece la especie endémica e instaba a la Consejería a que "introduzcan los oportunos cambios en el planeamiento municipal e insular", al tiempo que le recuerda al consejero que ya en 2002, fue informado de la presencia de cuernúa en la Vega Guatiza-Mala y se le propuso una figura de protección de Sitio de Interés Científico.
Por otra parte, los ecologistas cargan contra el Gobierno de Canarias porque consideran "inexplicable que incumpla de forma reiterada sus obligaciones, siendo incapaz de elaborar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales" y aseguran que desde la publicación del Libro Blanco de Medio Ambiente de Canarias, la elaboración de la Ley de Territorio y las Directrices Generales de Ordenación, ha aumentado "la destrucción o desaparición de especies de flora y fauna" en Lanzarote.