"El Cabildo de Lanzarote quiere hacer público su malestar ante la exhibición de deslealtad institucional del presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero". Así arranca la nota de prensa remitida por el grupo de gobierno del Cabildo, que denuncia que "el mandatario autonómico ha realizado su primera visita oficial a la isla, con una agenda en la se ha evitado cualquier encuentro de orden institucional con la primera Corporación".
El grupo de Gobierno que preside Manuela Armas considera "impropio de un presidente de todos los canarios el desprecio infligido tanto al Ejecutivo insular y a los ciudadanos que representa, como a los ayuntamientos que visita y con cuyos alcaldes tampoco ha previsto ningún tipo de encuentro".
La agenda, que incluía una visita al muelle de Órzola, una reunión con el sector vitivinícola y otra con la Cofradía de Pescadores de San Ginés, no dejaba espacio a encuentros con los representantes de las instituciones de la isla a excepción del alcalde de Haría, José Torres Stinga, en el marco de la visita al puerto ubicado en este municipio. Por ello, y destacando que el primer edil norteño es además presidente nacional de Coalición Canaria, desde el Cabildo consideran que "se trata de una cita de carácter político". Y es que el grupo de gobierno PSOE-PIL también subraya que ni los alcaldes de Arrecife y San Bartolomé (ambos socialistas) han sido convocados por el presidente, a pesar de que tenía previstas distintas visitas y actos públicos en los respectivos municipios.
EL PSOE SE SUMA A LAS CRÍTICAS
Además de las críticas hechas públicas por la Corporación, el Partido Socialista de Lanzarote también se ha manifetado asegurando que "lamenta profundamente el desaire realizado al Cabildo por el presidente de Canarias".
Para el PSOE, "la falta de gentileza del jefe del Ejecutivo regional supone la ruptura de cualquier código ético y político que rige en un sistema democrático, ya que como representante de todos los canarios debe respetar el papel de la Primera Corporación y mantener un diálogo constante y fluido con la máxima autoridad local, especialmente, al tratarse de su primer viaje de trabajo a Lanzarote desde que asumió responsabilidades como mandatario autonómico".
Los socialistas entienden la actitud de Rivero como "un ataque directo a todos los lanzaroteños, representados a través de su máximo órgano de gobierno insular, por lo que expresan su más profundo rechazo a tal decisión" y tiladan la visita de Rivero de "claramente electoralista, puesto que han sido limitados a un determinado sector social".
El Partido Socialista de Lanzarote cree que "el presidente de todos los canarios está obligado a entender la política como una actividad noble, al servicio de los ciudadanos y encaminada a mejorar la vida de toda una Comunidad". Así, el PSOE recuerda al líder de Coalición Canaria que "su compromiso político y personal ha de ser con todos los ciudadanos de las islas, sin distinción por color político o ideología".
