ACN
"La energía más barata y la más limpia es la que no se usa", afirmó ayer Jorge Rodríguez, viceconsejero de Industria, resumiendo de esta manera una de las principales líneas de su departamento para paliar el alto índice de dependencia del petróleo que impera en el Archipiélago: concienciar a los ciudadanos de un uso responsable de la energía a través de campañas informativas.
Según estimaciones de Industria, estas campañas de ahorro energético (que irán desde enseñar una buena conducción al volante hasta reducir el consumo de luz en las casas), pretenden que se deje de consumir entre un 5 y un 10 por ciento de la energía total demandada en Canarias, lo que supondría, ateniéndonos a datos de 2004, un ahorro de 814.004,9 MWh (megavatios-hora) al año.
Sin embargo, la tendencia de consumo energético en las Islas ha sido siempre creciente, debido en gran parte al gran crecimiento económico de los últimos años. Tanto es así, que la demanda se ha incrementado año tras año durante los últimos 20 años y además, por encima de la media nacional. En 2004, este repunte con respecto al año anterior fue del 7,1 por ciento.
Alternativas
Ante este panorama, desde Industria no se juega todo a una carta y, paralelamente, existen más líneas de actuación: el gas, las energías renovables y el hidrógeno como combustible de automoción.
Poco a poco se van implantando en las Islas este tipo de tecnologías, y las pretensiones a largo plazo del Gobierno son las de reducir, a través de las energías renovables, la concienciación social y la implantación del gas natural, que el consumo del petróleo se reduzca en 2012 al 78 por ciento.
Para ello, el principal problema es lograr una alternativa al transporte, que consume más de la mitad de toda la energía. Aquí es donde entran el gas natural (cuya implantación está paralizada por las polémicas ecológicas) y el hidrógeno. En estos momentos, existe en Canarias un proyecto (Hydrobus) que pretende que en unos años se pueda contar con autobuses impulsados por hidrógeno, un combustible totalmente limpio e inagotable.
"Se supone que en 15 o 20 años entre un 10 y un 15 por ciento de los vehículos estén impulsados por hidrógeno", sentenció Rodríguez. Por el momento, sólo existen experimentos sobre prototipos, y aún el desarrollo de esta tecnología está muy verde para instalarla a gran escala, aunque el vicenconsejero asegura que en regiones de poca extensión como Canarias, el limitado uso de este combustible sería muy viable para instalarlo en el transporte público.
Por otro lado, otras de las pretensiones gubernamentales es dar un impulso a la energía eólica, que si bien depende de la meteorología y por eso no puede suponer el 100 por cien del total, podría llegar a implantarse en un 20 por ciento.