El Colegio de Abogados de Lanzarote ha decidido abrir un expediente disciplinario al vicepresidente del Cabildo, Manuel Fajardo, para analizar su posible incompatibilidad en el ejercicio de esa función con la de abogado, y determinar, en caso de que se corrobore este extremo, las medidas correspondientes. Fajardo considera positiva la apertura del expediente, porque confía en que podrá aclarar con rotundidad que no ha incurrido en incompatibilidad alguna, y prefiere que así sea antes de que el tema -surgido ante una denuncia del grancanario Gonzalo Murillo, ligado con intereses inmobiliarios en la zona de La Bufona de Arrecife- hubiese quedado en la nada.
La decisión de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados adoptada el pasado martes de abrir un expediente disciplinario no supone de por sí que Fajardo haya incurrido en incompatibilidad, aunque sí implica que dicha entidad considera necesario aclarar los hechos, después de un expediente de información previa que se había abierto a mediados del pasado mes de enero.
La denuncia de Murillo se produjo de forma casi simultánea con la conformación, hace ya un año, del nuevo grupo de gobierno en el Cabildo, del cual el socialista Manuel Fajardo pasó a formar parte -hasta entonces, el PSOE estaba en la oposición-, en condición de vicepresidente primero. El denunciante considera que el consejero siguió ejerciendo después de ese hecho como abogado, concretamente defendiendo a la parte acusada en el caso de La Bufona, algo que Fajardo niega.
"Yo no tengo nada que ocultar y confío en que la Junta fallará con justicia. Mis compañeros han actuado bien al decidir la apertura de este expediente, de forma garantista, para que Murillo y yo podamos hacer alegaciones, proponer pruebas y depuar responsabilidades, esclaraciendo el tema, y es mejor hacerlo así, para que no quede ninguna sombra de duda de que pueda haber corporativismo y los abogados nos protegemos entre nosotros", sostuvo Fajardo.
Al mismo tiempo, aseguró que en no le precupan las consecuencias políticas que pueda tener la apertura de ese expediente disciplinario para su persona, ni tampoco para su partido, "que no tuvo ni tiene nada que ver con esto", pero sí admitió su preocupación "por el aspecto negativo que puede tener para mi despacho, y por mi familia".
Fajardo consideró además que la apertura del expediente disciplinario "llega tarde", ya que la denuncia fue realizada hace casi un año "y se podría haber tomado esta decisión en diez o quince días", pero justificó la demora en el hecho de que la Junta del Colegio de Abogados "tiene mucho trabajo acumulado", a la vez que desvinculó este procedimiento de posibles motivaciones políticas.
Por último, el vicepresidente del Cabildo señaló que "estaba preparado" para recibir esta noticia, "como también estoy preparado para que siga siendo noticia durante años", ya que el pronunciamiento que haga la Junta en el marco de este expediente displinario será recurrible, por cualquiera de las partes, primero ante el Consejo Canario del Colegio de Abogados y después, en la justicia ordinaria, a través de un contencioso administrativo. La consecuencia más grave que podría tener este expediente es la expulsión de Manuel Fajardo del Colegio de Abogados, siempre y cuando se determinara fehacientemente que ha incurido en incompatibilidad de funciones.