Ya no bastan los métodos preventivos, ahora hay que curar. "Con el calor, los bichos se reproducen más rápido. Hay mucha araña amarilla", argumenta Leandro de León Acuña, presidente de la Asociación de Agricultores de Tinajo, El Arado, quien asegura que el episodio de calor se ha llevado toda su cosecha. Ha perdido 10.000 matas de fresas. En lo que va de temporada recogía una media de 50 kilos diarios.
"Desde que comenzó el calor, he estado parado", comenta de León. "Las calabazas están quemadas. He estado hablando con un agricultor que me ha dicho que ha perdido 1.000 kilos de sandías". Los productos de temporada, hortalizas, melones y sandías, son los que más se han visto afectados por esta ola. "Hay productos más delicados. En Tinajo donde más daño ha hecho ha sido al tomate", detalla el presidente de El Arado.
Y por supuesto a la uva, principalmente en la zona de La Geria. Dependiendo de la técnica que se haya utilizado para su cultivo, el calor ha afectado más en unas explotaciones que en otras. "Cuando se despampana, si se quita mucha hoja, se desprotege", puntualizan desde Aderlan. Por su parte, el Consejo Regulador del Vino ya cuenta con pérdidas, no sólo de las cosechas que se han echado a perder, sino porque va a disminuir la cantidad de kilos de uva recogida en esta vendimia, ya que la deshidratación que han padecido reducirá su peso. Además, podría aumentar la gradación por la sobremaduración de muchas cepas, ya que se incrementan los niveles de azúcar. Hasta cuatro puntos, según señala la consejera de Agricultura, Nereida Pérez.
Alfredo Villalba, presidente de Felapyme, cree que las consecuencias del pasado episodio de calor las están sufriendo más los pequeños y medianos agricultores puesto que las grandes explotaciones cuentan con sistemas de regadío que permiten mantener el cultivo húmedo, y por tanto aumentar su "resistencia al calor".
La afección, según Valentín Elvira, no se debe tanto a las altas temperaturas, que pueden soportar muchos cultivos, sino a que haya sido de forma prolongada. "Muchas plantas hubieran aguantado el calor, pero cuando se produce de forma fija como ocurre estos días, se quema la fruta", explica el presidente de Aderlan.
Lo cierto es que el calor no ha afectado a todos los cultivos por igual, ni en todas las zonas de la isla. "Por su orografía, la parte más afectada ha sido el sur, porque corre poco aire", afirma Alfredo Villalba. Y de momento, las asociaciones no han recibido formalmente ninguna valoración de los agricultores.