El Cabildo de Lanzarote está en una situación complicada ante la llegada de menores inmigrantes. Hasta ahora, la primera institución ha logrado responder a las necesidades de 36 menores que han llegado en las últimas semanas a la isla, habilitando de forma puntual el Centro de Acogida de Menores Extranjeros Número 2 (CAME2), cuyo cierre ordenó el ex consejero del PSOE, Joaquín Caraballo, ante la disminución de las embarcaciones.
Sin embargo, ahora, el problema se ha vuelto a acrecentar. "Hemos tenido que proceder a la apertura del CAME2 para acoger a estos menores y no tenerlos en casetas de campaña. Hasta ahora hemos funcionado bien, porque el Gobierno de Canarias y la directora general del Menor en el Archipiélago, Carmen Steiner, están siendo bastante ágiles en el traslado de estos menores a Gran Canaria. Pero, si se llena Gran Canaria o Tenerife, vamos a tener un grave problema, vamos a tener un nuevo desbordamiento", advierte el consejero de Asuntos Sociales, Marci Acuña.
Los últimos menores que han llegado en patera se han quedado entre "tres, cuatro o cinco días" en el CAME2. "Se les da salida rápida, pero no sé por cuánto tiempo", evidencia Acuña.
Y es que, según indica Marci Acuña, lo normal es que muchos de los inmigrantes que llegan en patera se declaren menores. "Por los rasgos físicos, se sabe casi con seguridad si son menores. Pero luego, siempre hay un grupito de chicos de entre 16 y 18 años a los que hay que hacerles pruebas óseas para determinar su edad", explica.
Ni personal, ni espacio
Así, si la llegada de menores sigue aumentando "los problemas serían muy graves". "No tenemos personal, no tenemos espacio, ni condiciones para acoger a todos estos chicos", advierte. Acuña afirma que "hasta ahora hemos podido dar respuesta, pero todo tiene un límite y nuestra capacidad es limitada".
"No podemos estar haciendo esto todo el año. Podemos responder ahora de forma efectiva y puntual, pero si esto sigue siendo un reguero de todos los días una patera, entonces tendremos un gran problema, porque tampoco podríamos tener a los que ya acogemos desde hace tiempo y que son 17 chicos", explica preocupado.
Por ello, exige al Gobierno central y a la dirección insular que se habiliten "todas las medidas de seguridad para que los menores no se jueguen su vida atravesando el mar".