"Perforar hasta cotas superiores a los 5.000 metros bajo un lecho marino situado a gran profundidad y donde la actividad sísmica es intensa, sólo puede incrementar el nivel de riesgo, de la magnitud de la amenaza de accidentes, fugas y vertidos frente a las Islas Canarias". De esta manera se ha expresado el Cabildo de Lanzarote, tras conocer que en la madrugada del lunes al martes el Instituto Geográfico Nacional registró movimientos sísmicos de hasta 3,7 puntos en el área donde se pretenden realizar las prospecciones petrolíferas frente a Lanzarote y Fuerteventura.
"El temblor se ha sentido en Lanzarote, los temblores se sienten en El Hierro, los temblores se sienten en la costa marroquí. Sería una imprudencia y una irresponsabilidad inaceptable hacer oídos sordos a estas señales que la propia naturaleza evidencia", ha señalado el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés. "¿Quién nos asegura que perforar 5.000 metros bajo un fondo marino situado a 1.500 metros de profundidad en una zona donde los terremotos existen y se sienten, no va a producir daños en las estructuras y conducciones de las perforadoras?", se ha preguntado San Ginés.
El presidente del Cabildo ha recordado que Lanzarote lleva "un año alertando también sobre este asunto". "Desde luego, no vamos a esperar a que luego se lamenten como ha pasado en el Golfo de México", ha indicado.
Sobre este aspecto también se ha pronunciado el vicepresidente del Cabildo, Joaquín Caraballo, que ha asegurado que la institución "sigue trabajando con gran intensidad y compromiso en todos los frentes para evitar este desastre anunciado". "Las incoherencias de Repsol y del Gobierno de España, a las que sumamos ahora la evidencia de los terremotos en la zona de perforación, sólo refuerzan nuestra férrea oposición al proyecto, como no puede ser de otra manera", ha defendido.
Una docena de movimientos sísmicos
El Cabildo ha señalado también que dos de los movimientos sísmicos se produjeron en el área "de Sotavento, que coincide con la zona donde se han autorizado las prospecciones petrolíferas". Así, ha señalado que tanto el Cabildo de Lanzarote como el de Fuerteventura "vienen realizando un seguimiento exhaustivo del riesgo sísmico de las prospecciones desde junio de 2012".
Fruto de ese trabajo se han constatado "al menos una docena de movimientos significativos en la zona de la explotación petrolífera". Uno de ellos tuvo lugar el 6 de octubre a un kilómetro en superficie de la Isla de Lobos y fue de magnitud 2,7 en la escala de Richter. El otro se produjo el 30 de mayo, también de 2,7 grados, a unos 100 kilómetros al sur de Jandía. También hubo otro temblor que se registró el 23 de enero de 2012, con una intensidad de 3,6, a unos 200 kilómetros del noreste de Lanzarote y junto a la costa marroquí de Sidi Ifni.
Ambos cabildos han recordado que en 1960 se produjo uno de los mayores desastres de la costa oeste africana precisamente a causa de un terremoto, en la ciudad marroquí de Agadir. El temblor dejó más 12.000 muertos (casi un tercio de la población del momento), más de 14.000 heridos, y aproximadamente 35.000 personas sin hogar.
Este trágico terremoto asoló una zona separada de Canarias por tan solo 380 kilómetros, "una distancia muy relevante en términos geofísicos y que demuestra, junto a los terremotos registrados durante el pasado año 2012 y el presente 2013, que el riesgo de realizar perforaciones de gran profundidad para la extracción de petróleo aumenta de forma notoria".
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