El Cabildo asumirá la titularidad de varios tramos de carretera de la red viaria de la Isla tras haberlo aprobado en la Comisión de Obras Públicas celebrada este jueves. Asimismo, otros tramos hasta el momento gestionados por la Primera Institución insular pasarán a ser competencia de los ayuntamientos. Así lo ha señalado en declaraciones a LA VOZ al término de la Comisión el consejero de Obras Públicas, Sergio Machín.
De esta forma, la Corporación asume la titularidad del tramo viario que une Soo con Caleta de Famara y también del trazado que va desde el karting de San Bartolomé hasta la rotonda de Güime, que dejarán de ser competencia de sus respectivos ayuntamientos. Se trata de tramos que han evolucionado, de manera que han pasado de ser caminos muy poco transitados a ser " carreteras de primera magnitud a nivel insular, con paso de camiones cargados de áridos y grava". El firme de estos trazados no estaba preparado para estos usos, por lo que recientemente se han acometido reformas en las vías.
En sentido contrario, la carretera que une Femés y Playa Blanca, así como el tramo urbano de la vía que va desde el casco urbano de Yaiza hasta la Montaña de Fuego, serán transferidos, si hay acuerdo, al Ayuntamiento sureño para que se haga cargo de la responsabilidad de gestionar los mismos.
La señalización en parajes naturales
Por otra parte, el Cabildo se está planteando suprimir algunas señalizaciones en tramos de carreteras insulares que discurren por parajes naturales de gran valor paisajístico, como es el caso de la carretera de La Geria y de la vía de Montaña del Fuego. "Se trata de unos parajes naturales importantísimos y de vital repercusión en Lanzarote", señaló Machín, añadiendo que la pretensión de la Primera Institución es buscar el equilibrio entre la seguridad de los conductores y la preservación del los paisajes de la Isla de los Volcanes. "Entendemos que las señales dan seguridad, pero también queremos tener información sobre el impacto que pueden producir".
Sin embargo, el Cabildo no está dispuesto a asumir la responsabilidad de sacrificarla seguridad viaria por su propia cuenta. En este sentido, la Corporación se dirigirá a la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias y a los ministerios de Fomento y Medio Ambiente "para que nos digan si eso es factible y podamos actuar en consecuencia".