Teodoro Camacho, en representación de los más de 90 taxistas de Tías que se oponen a integrarse en el Sistema Auriga, se ha reunido este lunes con el consejero de transportes "para nada". No hay acuerdo ni los habrá, porque la Primera Institución "no va a dar ni un paso a atrás" y tiene claro que los más de 400 asalariados de Lanzarote tienen que adherirse a la central única de comunicaciones antes de junio.
El cerco para los profesionales de Tías ha quedado reducido con la aprobación de la ordenanza municipal reguladora del servicio del taxi que les obliga a adherirse. Pero el sector opositor no desiste y este lunes pretendían avanzar en las negociaciones con Ramón Bermúdez, responsable del área. Sin embargo, Bermúdez les ha recordado que se trata de un "servicio público" y que no van a ceder para "satisfacer" a una parte de los profesionales.
Por ello, ninguna de las peticiones propuestas por Teodoro Camacho se han tomado en consideración. Por una parte, pedían dejar sin efecto el acuerdo sobre el Sistema Auriga alcanzado el pasado mes de agosto entre los representantes de las asociaciones de Lanzarote y Fabián Martín, que por aquel entonces era el responsable. Manuel de León, presidente de la Asociación de Autoturismo de Lanzarote, firmaba en representanción de los taxistas de Tías que pertenecen al colectivo.
Pero este sector no se ha sentido representado, porque asegura que no se llevó a votación en Asamblea. Por ello no descartan crear una asociación independiente con todos los taxistas del municipio para proseguir la lucha por su cuenta, aunque antes se reunirán con de León.
Desde Tías se niegan a formar parte de una central única en la que va a intervenir el Cabildo. Este lunes pedían que se cediera el local a las asociacines para que éstas se encarguen directamente de la gestión, pero la Primera Institución no va a dar ese paso hasta que el Sistema Auriga no esté en marcha con todos los profesionales de la isla y se cree una Federación común que congregue todas las asociaciones.
Camacho sigue manifestándose con prudencia y asegura que continúan asesorándose, para dar una salida a un conflicto en el que ninguna de las partes quiere ceder en sus pretensiones.