El plazo es de cuatro días, aunque se intenta buscar una solución apuntalando el edificio. Los comerciantes afectados creen que se trata de una "maniobra" del dueño, ya que no es la primera vez que se desaloja un inmueble protegido de su propiedad

El Ayuntamiento ordena el desalojo inminente de un edificio de la Calle Real

El Ayuntamiento de Arrecife ha notificado el desalojo inminente de tres establecimientos situados en un inmueble de la calle Real. Los afectados deben abandonar sus locales en ...

5 de octubre de 2006 (00:13 CET)
El Ayuntamiento ordena el desalojo inminente de un edificio de la Calle Real
El Ayuntamiento ordena el desalojo inminente de un edificio de la Calle Real

El Ayuntamiento de Arrecife ha notificado el desalojo inminente de tres establecimientos situados en un inmueble de la calle Real. Los afectados deben abandonar sus locales en cuatro días. Lo que significa que más de una decena de personas se quedarán sin puestos de trabajo. En un intento por prorrogar el plazo para ganar tiempo en su defensa, este miércoles los responsables de los locales se han reunido con la concejal de Urbanismo, Nuria Cabrera, quien les ha propuesto apuntalar la planta superior del edificio, para evitar la urgencia del desalojo, mientras estudian posibles soluciones. De momento, el Ayuntamiento se ha comprometido a dar una contestación este jueves.

Para los afectados se trata de "demasiadas coincidencias" con otros inmuebles en la misma calle Real, que pertenecían a este mismo propietario y que, finalmente, han sido demolidos, después de haber desalojado a los arrendados de los locales sin indemnización. Este edifico, como ha ocurrido en anteriores ocasiones, también ha sido declarado en ruinas y según Francisco Alemany, responsable de una tienda de calzados afectada, "se debe a la dejadez del propietario, que no se ha ocupado de reformar ni mantener el edificio".

La planta baja, donde se ubican los negocios, ha sido reformada por los mismos arrendados y responsables de los negocios, sin embargo "no sabemos en qué situación se encuentra la planta de arriba", manifestaba un empleado de uno de los establecimientos, "no podemos subir porque nos podrían acusar de allanamiento de morada". Aún así, "en algunas ocasiones hemos planteado al propietario costear las reformas de la parte superior, pero se ha negado", explica Francisco Alemany, que junto con otro de los responsables de los negocios afectados pretende contratar a un arquitecto técnico con el fin de redactar una contravaloración, ya que creen que el inmueble se puede recuperar.

Los afectados también han mostrado su sorpresa al enterarse de que se trataba de un edificio protegido y se preguntan por qué la Administración no se ha encargado de instar al propietario a su mantenimiento. Al parecer, la declaración de "carácter ruinoso" ha sido sustentada en dos informes técnicos que el mismo rentista había solicitado.

LO MAS LEÍDO