Fue denunciado por Medio Ambiente en noviembre de 2006

El Ayuntamiento decreta el cierre inmediato del Vertedero de Argana Alta

El alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, ha decratdo el cierre inmediato del vertedero ilegal de Argana Alta, en base al informe de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural de la Consejería de Medio ...

26 de febrero de 2010 (13:58 CET)

El alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, ha decratdo el cierre inmediato del vertedero ilegal de Argana Alta, en base al informe de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural de la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, que advierte a la corporación de la "falta de la preceptiva autorización de gestión de residuos" en dicho vertedero. Además, este departamento gubernamental ordena "el cese de la actividad y la reposición" del lugar a su estado original.

El primer edil capitalino elaboraba una providencia previa al decreto, en la que solicitaba a los servicios técnicos municipales un informe "sobre la legalidad de conformidad con la normativa de aplicación de la conocida como Escombrera Municipal". Reguera reclamaba, además, la propuesta por parte del Departamento de Contratación sobre la procedencia de la resolución de contrato adjudicado en fecha 13 de agosto de 2003 a Transportes y Excavaciones Nazaret, S.L. para "la gestión de servicios de vertedero de residuos sólidos inertes y de vigilancia del mismo".

Control exhaustivo de los vertidos

El primer edil del PP aseguró que tras la clausura de este vertedero ilegal por parte del Ayuntamiento de Arrecife, se hará un "control riguroso y exhaustivo" de los vertidos incontrolados en esta zona.

Según explica Reguera, "hasta ahora en este vertedero no existía ningún tipo de control, se desconocía quién vertía escombros, el tipo de material que se depositaba, su peso y si eran o no altamente contaminantes. En definitiva, una actividad absolutamente incontrolada y perjudicial para la población". De este modo, el alcalde capitalino dice que "se atiende también a una de las principales demandas de los vecinos de Argana Alta tras años de denuncias, dando así el 'carpetazo' a uno de los problemas medioambientales más graves del municipio".

Comunicación al Cabildo

En el informe solicitado por el alcalde, los técnicos municipales proponían "el inicio del correspondiente expediente sobre restablecimiento del orden jurídico perturbado, a los efectos de que se cese en la actividad de escombrera, al no constar la misma con las autorizaciones preceptivas".

Asimismo, aconsejaban "instar el expediente sobre la procedencia de la resolución del contrato" suscrito con la empresa encargada de la gestión de este vertedero. Del mismo modo, desde la oficina técnica del Ayuntamiento de Arrecife se "instaba al Cabildo de Lanzarote a establecer un área de vertedero con carácter urgente de conformidad con la legislación medioambiental, así como urbanística de correspondiente aplicación".

El alcalde capitalino ha comunicado ya al presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, la decisión de cerrar estas instalaciones "en base a la resolución de fecha 25 de noviembre de 2008 del director ejecutivo de Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural", para que busque una solución alternativa a esta escombrera ilegal.

Multitud de quejas

El vertedero fue denunciado por primera vez por agentes de Medio Ambiente del Gobierno autónomo en noviembre del año 2006, aportando documentación fotográfica en la que "puede observarse la magnitud de la actividad del vertedero denunciado".

Según consta en el informe de la Viceconsejería de Medio Ambiente, en abril de 2007, tras solicitar un plan de acondicionamiento de esta escombrera al Ayuntamiento, se declaró la caducidad del procedimiento de aprobación del Plan de Acondicionamiento del Vertedero de Residuos Inertes de Vega Yágabo "por no presentar la documentación" requerida por la COTMAC (Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias). A partir de ese momento, se advirtió al Ayuntamiento capitalino de la caducidad del expediente y, por tanto, de la necesidad del cese de la actividad de la escombrera.

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