Los servicios ahora se asignan por mensaje a través de una pantalla que tienen instalada en los vehículos y que recibe el aviso desde la central. Sobre las posibilidades del sistema todavía hay discrepancias y muchos se quejan de algunas imprecisiones que, en general, confían en que tengan solución. Otros se mantienen escépticos ante una tecnología avanzada que, en principio, ha llegado a Lanzarote para mejorar la calidad del servicio del taxi unificando las llamadas de los usuarios en una central que asigna los servicios por proximidad a través de un ordenador, aunque su implantación definitiva se esté demorando más de dos años.
La mayor oposición reside en Tías. Hasta 50 asalariados se niegan a integrarse porque consideran que es un primer paso para la "insularización", aunque desde el Cabildo se insiste en que la asignación del servicio se hace por municipio y sólo se acude a otra localidad en casos puntuales.
La demora de los plazos
Sin embargo, ya es un hecho irreversible y ha comenzado la cuenta atrás con la modificación de las ordenanzas municipales reguladoras del servicio del taxi por los ayuntamientos de Tinajo, San Bartolomé, Teguise, Arrecife y Haría. Yaiza también se ha comprometido a llevarla a pleno, y Tías aprobará la obligatoriedad de la adhesión en la sesión del próximo lunes, pese a la oposición de un sector mayoritario que ha amenazado con abrir una central paralela.
A partir de la entrada en vigor de la normativa, el consejero de Transportes, Ramón Bermúdez ha anunciado que contarán con un plazo de tres meses para que los 413 profesionales que hay en toda la isla se adapten con el fin de que el próximo 30 de mayo, día de Canarias, sea una realidad. Aunque todavía podría demorarse porque en municipios como San Bartolomé no descartan presentar alegaciones. Queda mucho por limar.
San Bartolomé
Los 68 asalariados de la Asociación AjeyTamia - 69 hay en total en el municipio de San Bartolomé - apenas han olido el sistema y se quejan de "falta de información", pero no lo ven provechoso por las peculiaridades de su organización de trabajo.
Ellos pasan la mayor parte de su jornada semanal en el aeropuerto, es decir, que su verdadera asignación la dan los aviones que llegan y no las llamadas a la central, por lo que su reivindicación radica en adaptar la cuota mensual que van a tener que pagar por hacer uso del sistema: "Está claro que quien más utilice la central tiene que ser quien más aporte. Todavía no se ha fijado la cuota, pero tiene que ser proporcional. Nosotros ahora, como recibimos pocas llamadas, las gestionamos directamente desde el taxi, sin operadores, por lo que el gasto es cero", describe Luis Miguel González, presidente del colectivo. "Tenemos que negociar muy bien las condiciones", añade, antes de asegurar que podrían presentar alegaciones a la ordenanza.
Conejillos de Indias: primeras quejas
Los primeros en incorporar el navegador GPS a sus vehículos y adherirse a la Emisora Central compartida, que ha habilitado el Cabildo en Arrecife por una inversión de 300.000 euros, fueron los de Tías. Con más de dos meses en el sistema, su principal descontento está en lo que se suponía que iba a ser la mayor ventaja: el nuevo estado "próximo a finalizar" que se unía al ya tradicional "libre" u "ocupado". De esta manera, cuando un cliente solicitaba un taxi desde un lugar próximo a otro que finaliza el servicio, éste le quedaba asignado. Para ello, el conductor debe marcar el código de la zona donde va a dejar al cliente y pulsar la letra D que determina su estado "finalizando".
Sin embargo, hasta el momento no se está detectando este estado y se envían unidades desde zonas más alejadas, lo que significa que "se están haciendo muchos viajes en vacío", señala Antonio Prieto, profesional de Tías, "el que descarga se vuelve vacío, y el que va al lugar, gasta combustible". La misma queja ha puesto de manifiesto Salvador Hernández, de Yaiza, que asegura que se envían unidades desde Playa Blanca a Femés, cuando hay coches por la zona que están finalizando el servicio.
Implantación completa
Aún así, en términos generales, la mayoría se muestra a favor del sistema, aunque bien matizan algunos que no les "queda otra". La mayoría de los más de 200 asalariados - procedentes de Tías, Teguise, Yaiza, Haría, Tinajo y Arrecife - que se integran en la Asociación de Autoturismo de Lanzarote votaron a favor en la Asamblea, según su presidente, Manuel de León, aunque más tarde una escisión de Tías ha dado marcha atrás y actualmente se opone.
Por otra parte, 91 de los 96 socios de la Cooperativa del Autotaxi y Autoturismo San Marcial ya han solicitado el dispositivo GPS que tiene un coste de 1.800 euros pero que el Cabildo se ha comprometido a subvencionar en un 20 por ciento, para instalarlo en sus coches. "El resto son profesionales mayores que están a punto de jubilarse y hemos decidido que no entren en el sistema", confirma José Ramón Parrilla, uno de los directivos. Con el tiempo, se espera determinar un número de teléfono único para toda la isla y desde el Cabildo destacan como ventaja la seguridad, ya que el sistema incorpora un botón de emergencia que conecta con el 112 y las unidades próximas en situaciones de peligro.
Lo que es indiscutible es que el Auriga ha llevado el silencio a los taxis, pero todavía suenan algunos ruidos de fondo en el sector.
LOS PRIMEROS EN PROBARLO
"Por el momento, no he notado mucha diferencia. Va igual y todavía se pierden servicios. Por ejemplo cuando vas a dejar a un cliente donde el Campo de golf y cerca hay otro que ha pedido el taxi, no te detectan y envían coches que están más lejos".
"De momento el sistema Auriga va bien. Aunque la única mejora que he notado es que no tengo ruido en el coche. Aunque ahora hacemos más kilómetros en vacío que los que hacíamos antes, pero esto es una máquina que se puede programar".
"El servicio ha mejorado. Antes daban número y a veces se confundían entre ellos. Vienen rápido. Aunque a los hoteles siempre han venido rápido porque es un servicio seguro. Estas navidades tardaban mucho en contestarme al teléfono, pero supongo que será por las fechas".
"No estoy en contra del aparato, sino del sistema de trabajo porque distribuye mal. Espero que se cambie, porque ahora estaba llegando a Uga y estaba viniendo otro taxi. Hay clientes que tienen que esperar mucho porque en la central no cogen el teléfono".