Hace una década decidió denunciar la concesión masiva de licencias turísticas ilegales en Costa Teguise y Playa Blanca y este martes, al llegar la primera condena de esa causa, Carlos Espino se muestra "satisfecho" y hace balance de lo ocurrido durante este tiempo. Sobre todo, subraya lo que supone que el ex alcalde de Teguise, Juan Pedro Hernández, haya reconocido los hechos, admitiendo que delinquió al otorgar esas licencias y aceptando la pena que pedía para él la Fiscalía. "Quien se arriesgue a decir ahora que a los hoteles ilegales les faltaba un papelito, será señalado por su estupidez", afirma el que fuera consejero de Política Territorial del Cabildo y secretario general del PSOE en Lanzarote. Además, destaca la importancia que puede tener esta primera condena en el otro juicio pendiente, por las licencias concedidas en Yaiza, donde se piden penas de hasta 25 años de cárcel para el ex alcalde, José Francisco Reyes.
-Como denunciante del caso Yate, ¿cómo ha recibido esta primera condena a Juan Pedro Hernández?
Con mucha satisfacción porque al fin y al cabo lo que supone es que Juan Pedro Hernández ha reconocido donde tenía que hacerlo, en una sala de un tribunal, que había delinquido a la hora de dar las licencias. Se acabó ya la ‘teoría del papelito’, se acabaron las persecuciones políticas. Juan Pedro Hernández ha sido el primero, porque otros terminarán haciéndolo, en reconocer en sede judicial que había dado las licencias delinquiendo.
-¿Cree que veremos en esa misma línea al ex alcalde de Yaiza, cuando llegue su juicio del caso Yate?
El ex alcalde de Yaiza tiene dos posibilidades: reconocerlo o que al final del juicio se consideren hechos probados y termine pagando por eso también. Por tanto, también en ese momento lo veremos, de una manera o de otra.
- Desde la acusación popular pedían pena de prisión. ¿Considera insuficiente la pena impuesta, de 9 años de inhabilitación y multa de 5.400 euros?
Al final lo que queda claro, y es por lo que se llega a un acuerdo, es que la Fiscalía sólo aceptaba que había un delito continuado y no dos como sosteníamos. Luego hay que tener en cuenta que Juan Pedro Hernández se beneficiaba del Código Penal antiguo, por el cual las prevaricaciones estaban muy poco castigadas. En ese sentido, nosotros valoramos que no se trataba de ensañarnos en una vista tratando de conseguir algo que no sabíamos si conseguiríamos o no; entendíamos que era casi más valioso, desde el punto de vista casi icónico de la sociedad, que este señor reconociera que había delinquido al dar las licencias.
Creo que en cierta medida es casi, casi una invitación a que otro tipo de personas, en este tipo de casos, sepan que siempre hay margen para solventar el tema y no dedicarse a tapar a otros.
-Usted presentó la denuncia hace casi una década, ¿cómo ha vivido todo este proceso?
Ha sido muy duro, ha supuesto tener que sufrir muchas descalificaciones, muchos ataques injustificados, sobre todo además porque por medio han intentado llevarse a muchos técnicos y mucha gente honorable para intentar defender a este tipo de personajes. Pero bueno, al final este tipo de procedimientos van colocando a cada uno en su sitio y ya de momento tenemos una victoria más que anotar en el casillero.
-¿Se ha arrepentido alguna vez de esta denuncia, o de alguna de las otras que ha interpuesto?
Ésa es una de las grandes preguntas que me hago en muchas ocasiones. Hay ocasiones que, dependiendo cómo va, uno piensa: "Dios mío, no lo haría nunca en la vida". Y hay ocasiones en las que te dices, "bueno, al final tengo que vivir conmigo mismo"; y si uno no defiende las cosas en las que cree, poquito respeto puede tenerse a sí mismo.
-Aún queda ahora la parte principal del caso Yate, con el juicio contra el ex alcalde de Yaiza y contra otras 11 personas, donde sí se piden importantes penas de cárcel. ¿Qué espera de ese juicio?
Espero que con el precedente que se ha sentado en éste, porque estamos hablando exactamente de lo mismo, estamos hablando de que no se trata como algunos han querido hacer ver de discrepancias en la manera de interpretar una administración y la otra. Lo que ha quedado claro es que esas licencias se daban delinquiendo. Además, lo hacían tanto en el caso de Yaiza como en el de Teguise, repitiendo los mismos parámetros y las mismas formas de comportarse, puesto que tenían la misma dirección legal.
Por tanto, entendemos que el esfuerzo probatorio que se ha hecho en ésta se sumará también en el caso de Yaiza y obtendremos las condenas oportunas.
-¿Cree que se ha "escapado" gente en esta causa, que debería estar en el banquillo y no ha llegado?
Se echa de menos, sí. Hay algún responsable técnico que probablemente debería haber estado sentado ahí. Y yo siempre me quedo con la pena de que no hayamos sido capaces de encontrar el hueco para sentar a los arquitectos. Tenemos que pensar que estas licencias ilegales nacen en el primer momento porque un arquitecto se presta a una simulación. Porque no podemos olvidar que lo primero que dice un arquitecto cuando prepara un proyecto es ‘este proyecto se ajusta a la legalidad y cumple con la norma urbanística’. Por tanto, han cometido una falsedad al presentarlo. Desde ese punto de vista, podemos echar de menos que se hubiera sentado en el banquillo más gente. Pero hay que tener en cuenta que ha sido con muchas dificultades, que la denuncia se presentó mucho tiempo después de que se dieran las licencias o, por lo menos, algunas de ellas. Se ha hecho el esfuerzo hasta donde se ha podido y en este momento es una enorme satisfacción por el resultado conseguido.
- ¿Cree que Lanzarote está aprendiendo algo de estas causas judiciales y ahora de las sentencias? ¿Ha cambiado algo?
Me gustaría pensar que sí. Hay momentos en que alguna de las cosas que están sucediendo, incluso en este momento, invitan a pensar que no, pero yo creo que se va abriendo cada vez más el paso. Además, por otro tipo de cosas: hemos visto cómo en otros territorios este tipo de comportamientos cada vez van a ser menos aceptados y más reprochados por la sociedad. En eso es en lo que tenemos que pensar.
-¿Cree realmente que no vamos a escuchar más a ningún político decir lo de la ‘teoría del papelito’?
Alguno lo seguirá diciendo, porque no sabe decir otra cosa, pero el que se arriesgue a decirlo ahora, va a quedar totalmente señalado en ese momento por su estupidez.