Hasta el lugar se desplazaron una ambulancia de soporte vital básico de Cruz Roja y la medicalizada del Servicio de Urgencias Canario después de que el centro de coordinación de la organización humanitaria recibiera el aviso de parte de un testigo. El personal de ambas ambulancias emprendió las maniobras de reanimación hasta que consiguieron revertir las constantes del paciente quien, tras ser estabilizado, fue trasladado hasta el Hospital General.
Un suceso como éste quizás podría haber pasado inadvertido de no ser por el papel que jugaron los tiempos de intervención y la coordinación entre cuerpos de emergencias ya que, según comentan desde Cruz Roja, y de acuerdo con los convenios médicos, "ante una parada cardiorrespiratoria de estas características, las posibilidades de sobrevivir descienden drásticamente si no se inicia la reanimación en los primeros cuatro minutos". En este caso, según Cruz Roja, la primera de las ambulancias tardó 3 minutos desde que se recibió la alerta en el centro de coordinación hasta que llegó al lugar, pudiendo así aumentar las posibilidades de supervivencia del afectado.
Sin embargo, desde la ONG han advertido que "para garantizar la denominada "cadena de supervivencia" no sólo es necesaria una rápida alerta desde que ocurre el suceso, sino también la posibilidad de que el afectado reciba cuidados básicos de manos de cualquier ciudadano hasta que llegan los servicios sanitarios."