"Tengo un amigo que hace dos días se dobló un tobillo en la calle. Fuimos a Urgencias de Valterra y, sin diagnosticar, a simple vista nos dijeron que debíamos ir al Hospital Doctor José Molina Orosa. Estuvieron más de tres horas esperando sólo para mirarle. Me dejaron a mí en la sala de espera y el afectado en otra sala de espera. Vamos, que nos dejan a los dos solos, esperando, aburridos y sin poder hablar.
A mi amigo le dejaron sin silla de ruedas, aunque estaba fastidiado de la pierna. Le dieron la silla de ruedas a otra persona, que a la vista estaba mejor que mi amigo. Es más, acababa de llegar.
A la hora de marchar, dejan a mi amigo con dos recetas de calmante, una venda en el pie y ya está. Mi amigo, sin pudor, preguntó si le podían dar unas muletas. El doctor dudando firmó la autorización y dejó que saliera de la consulta. Mi amigo pidió unas muletas a la enfermera y ésta le dijo que no había.
Mi amigo dijo: ¿Y me van a dejar así? ¿Si me parto una pierna que tengo que ir a la pata coja? La enfermera la preguntó si alguien podía venirle a buscar. Si no llego a estar yo, tendría que caminar hasta Arrecife por no tener muletas.
La Seguridad Social sólo sirve para que vayas por tu propia cuenta y te venden un pie mal vendado, perdiendo horas de tu vida sólo por esperar a que te venden un pie. No se hacen responsables de tener unas muletas, aunque sea para que esperes en el Hospital de pie. Al final, conseguí yo mismo una muleta por un lado y otra muleta por otro. Gracias a personas que tienen muletas por una discapacidad, compradas por ellas mismas.
Quiero denunciar que la Sanidad a día de hoy en Lanzarote deja muchísimo que desear".
