-Acaban de finalizar las fiestas, ¿qué valoración le da a esta edición de la celebración?
-Bueno, mi valoración ha sido positiva. Creo que lo importante de una fiesta es la participación y las fiestas si son buenas o malas se miden por la participación, no por el gasto económico o por otras cosas. Y en cuanto a participación he visto que el pueblo se ha lanzado a la calle y eso es lo bonito, por eso nosotros nos sentimos contentos.
-¿Cuáles son los aspectos negativos de esta fiesta?
-A pesar de lo positivo ha habido una serie de fallitos y propuestas que nos hace la gente y que tendremos en cuenta para el próximo año para tratar de mejorar la fiesta. Por ejemplo rescatar de nuevo que se hagan carrozas por barrios y motivar a la gente a que haga carrozas. También la romería intentar que sean carros por barrios. Y así hay una serie de iniciativas que el próximo año haremos.
-Me hablaba hace un momento sobre la participación de los ciudadanos de San Bartolomé. Pero normalmente a las fiestas también acude gente procedente de otros lugares. En este caso, ¿qué tal ha sido la llegada de visitantes a las fiestas?
-Sí que ha venido gente de otros sitios. Está claro que en eventos como los conciertos o las verbenas que se han celebrado en el parque Félix Rodríguez de la Fuente no sólo había gente de San Bartolomé, sino que había mucha gente de fuera de otros municipios. Creo que la gente ya está buscando las fiestas más de pueblo, más tradicionales. La gente creo que ya está un poco cansada de esas fiestas muy masificadas o muy modernas y busca las raíces. Y los pueblos tienen eso, en los pueblos se siguen manteniendo esos ventorrillos típicos en los que la gente disfruta.
-Once días de fiesta han supuesto preparar un amplio programa repleto de actividades para todos los públicos. Supongo que es difícil elegir pero ¿qué ha sido lo más destacado para usted?
-Bueno, yo destacaría de forma especial la romería y el festival de la canción. Este año el festival de la canción ha tenido una calidad terrible, es decir, de veinte personas que se presentaron se hizo una fase preliminar y quedaron catorce y de estos últimos hubo una gran igualdad y una calidad tremenda.
-Hablando de esa romería precisamente este año conmemoraban su vigésimo quinto aniversario y además fue la primera que se realizó en Lanzarote. ¿Cuál es la historia de esta tradición tan arraigada en San Bartolomé?
-Efectivamente cumplió veinticinco años siendo la primera que se hizo en Lanzarote que se inició en 1980. En aquel momento, según nos cuenta José Hernández, que es nuestro asesor de patrimonio histórico, las fiestas en 1980 estaban decayendo y parece ser que no había mucha participación. Y por tanto un grupo de gente forma, encabezado por José Hernández, el grupo de teatro Yágamo. Entonces para revitalizar un poco las fiestas se les ocurre dos ideas. Una es hacer una romería que me imagino que en ese momento se fijarían en otras romerías que había en otras islas como puede ser la del Pino en Gran Canaria etcétera. Y segundo hacen una obra de teatro para el día de San Bartolomé para que ese día por la noche la gente no se fuera a Arrecife. De esta manera también nació ese teatro que ahora es típico como la función que se representó el jueves.
-En la edición de las fiestas de este año, ¿se ha introducido alguna novedad respecto de años anteriores?
-Bueno, en general todos los años son las mismas actividades. Lo que sí hemos introducido este año los gigantes y cabezudos en la diana floreada gracias al taller que hemos realizado durante el curso encabezado por César Corujo. También se han hecho pasacalles que otros años no se habían hecho. Y por lo demás se mantienen las mismas actividades.
-Una de las características de estas fiestas es que en el programa se han incluido numerosos actos culturales como la inauguración de varias exposiciones. ¿Se busca con estos eventos dar un carácter cultural a la celebración?
-Por supuesto, incluso son áreas que yo llevo y uno de los principios que yo le marco a las personas que tengo organizando estas fiestas es que la celebración debe ir unida a la cultura, al deporte y al patrimonio histórico, es decir, a la historia y a rescatar tradiciones y mantenerlas.