La presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, mantuvo este martes un encuentro con todos los trabajadores de los Centros de Arte, Cultura y Turismo en el Monumento al Campesino, donde transmitió a la plantilla su "consideración, reconocimiento y orgullo".
Corujo visitaba los CACT en su ronda de primeros contactos con todos los departamentos del Cabildo de Lanzarote, y especialmente con aquellos que van a depender directamente de ella, con el objetivo de "esbozar las líneas de trabajo que se van a seguir". Así, la presidenta del Cabildo expresó a los trabajadores que su gestión se hará "desde la transparencia, el respeto y consenso".
"Los trabajadores han sido utilizados políticamente, empleando contra ellos campañas de desprestigio sin precedentes. Se les ha culpado injustamente de muchos de los males de los CACT y se les han recortado derechos y pedido sacrificios asegurando que no había recursos, mientras, por otro lado, se ha incrementado al plantilla de forma escandalosa, llegando a contratar a casi un centenar de trabajadores fijos nuevos. O gastando cientos de miles de euros anuales en empresas de trabajo temporal", afirmó María Dolores Corujo, que anunció cambios en la relación con la plantilla.
"Los Centros Turísticos son nuestra joya de la corona, nuestro principal valor cultural y turístico, junto a nuestra naturaleza, nuestros paisajes y nuestras playas, y su alta consideración y valor se debe en gran medida al enorme capital humano de los CACT, un capital humano del que me siento muy orgullosa. Es por ello por lo que, a partir de ahora, ésta va ser una institución que les proteja", añadió.
Por último, tal como hizo en su discurso de investidura, la presidenta del Cabildo reiteró que "se va a diferenciar entre los centros históricos de César Manrique y los de nueva creación, como el Museo Submarino, el Museo Arqueológico y La Casa Amarilla, que en muchos casos han resultado deficitarios". Además, prometió que "se va mejorar el mantenimiento de todos los CACT, cuidándolos con el máximo mimo y celo, con la máxima excelencia, como se hacía hasta hace no tanto tiempo. En definitiva, tratarlos no como parques temáticos, sino como lo que son: nuestros más preciados monumentos".
