El comedor del CEIP Playa Blanca monitoriza desde este lunes los distintos parámetros de control de la calidad del aire como medida preventiva para evitar la expansión del Covid-19, mediante el mismo sistema de monitorización que arroja datos en tiempos real instalado en diciembre en la jefatura de la Policía Local de Yaiza.
“Los métodos de control de calidad del aire en espacios interiores se convierten en una herramienta muy útil de análisis de indicadores que permite actuar con rapidez en caso de detectar parámetros con niveles por encima de los aconsejados”, apunta el alcalde de Yaiza, Óscar Noda, que visitó el edificio del comedor junto a la concejal de Educación de Yaiza, Silvia Santana, el jefe de estudios del colegio, Víctor Sangil, y el representante de la empresa Sistemas Ambientales Canarios, José Iván Hernández, firma proveedora de la tecnología.
Según explica el Consistorio, el sistema da información sobre parámetros como CO, CO2, VOC, Compuestos Orgánicos Volátiles, Temperatura, Humedad, Presión Barométrica, Polvo o concentración de partículas PM1, PM2, 5, PM4 y PM10, permitiendo controlar la calidad del aire que respiran, en este caso, los comensales del comedor y quienes trabajan en la prestación del servicio. El comedor del CEIP Playa Blanca actualmente tiene más de 80 usuarios, que son atendidos en varios turnos.
“En un momento como el actual, cualquier esfuerzo técnico de utilidad certificada que ayude a prevenir la propagación de la pandemia es válido en esta lucha común, que, por supuesto, demanda mucha responsabilidad individual”, agrega el alcalde de Yaiza. Desde el Ayuntamiento se destaca que así como la jefatura de la Policía Local de Yaiza fue la primera de Canarias en establecer controles de calidad del aire, el CEIP Playa Blanca es el primer centro educativo público de Lanzarote en tener el sistema de vigilancia.
Los dispositivos instalados, certificados por el Ministerio de Sanidad y calibrados por un laboratorio acreditado, cuentan con sensores inalámbricos con un alcance de 70 metros cuadrados y permiten, además de actuar en base a datos cuya trazabilidad está asegurada, establecer alertas que posibilitan evitar la propagación de enfermedades o infecciones por vía aérea.