La fuerte subida de los cereales y el estancamiento del precio de la leche ahogan aún más a los ganaderos de la isla. Mientras algunos ya piensan en vender sus cabras, otros están dispuestos a llevarlas hasta el Gobierno de Canarias en señal de p

Cabreo en las granjas

El precio de los cereales no para de subir como un cohete desde el pasado mes de junio cuando la tonelada de maíz ya costaba 189,42 euros. Pero ese precio era "pecata minuta" comparado con el dinero que se ...

4 de octubre de 2007 (21:09 CET)
Cabreo en las granjas
Cabreo en las granjas

El precio de los cereales no para de subir como un cohete desde el pasado mes de junio cuando la tonelada de maíz ya costaba 189,42 euros. Pero ese precio era "pecata minuta" comparado con el dinero que se pagaba la semana pasada por el mismo cereal y que alcanzaba los 227,57 euros en Sevilla, a lo que hay que sumar el coste adicional de transporte y aduana para traerlo a Lanzarote. Unos precios que tienen a los tiene a los ganaderos de la Isla "con la soga al cuello".

A Matías Betancor le vuelan en mes y medio casi tres container cargados con 60 toneladas de mezcla, pienso y maíz que devoran sus 800 cabras. La última compra que hizo le salió más cara de lo normal, porque pagó más de 6.700 euros por 24.000 kilos de mezcla (cebada, alfalfa, algarrobas, remolacha, arbejas, etc.). Otros más de 6.000 euros por un segundo cargamento con 18 toneladas de pienso y cerca de 5.500 euros más por otros 18.000 kilos de millo, cuando el mes anterior había pagado por la misma cantidad de este cereal cerca de 2.000 euros menos.

Detrás de este baile de cifras están los otros números, los que no les cuadran a los granjeros como Matías Betancor, cuyas cabras dan una media de dos litros de leche cada día que luego vende a 80 pesetas por litro, "uno está todavía con las pesetas?" se disculpa Betancor, 48 céntimos, un precio que no sube desde hace ocho años y que haciendo números, dan como resultado que las cabras se están comiendo lo que dan y más. Con estos precios a Matías no le salen las cuentas a final de mes, a las que hay que sumar la factura del agua, que recientemente ha subido sus tarifas, la luz, el seguro y las tres personas que le ayudan en su explotación situada en Guatiza.

Hasta hace poco tiempo Matías se hacía cargo él solo de su explotación, "ya uno se cansa", explica. No ha tenido nunca vacaciones ni horario. "Lo mismo empezaba a trabajar a las tres o las cuatro de la madrugada y se ponía el sol y Matías estaba siempre en lo mismo", recuerda. Lo primero que hace con la luna aún bien alta es ordeñar las cabras en la sala dispuesta para la tarea. Después toca sacarlas al campo, echarles de comer, limpiar?hasta la tarde. Ahora disfruta de algo más de tiempo libre gracias a los trabajadores que le ayudan, pero que se quedarán irremediablemente sin empleo ?"tendré que parar a la gente, esto no hay quien lo aguante", se lamenta- si los precios siguen subiendo.

A sus 63 años este ganadero, que conoce y tiene bautizadas a todas sus cabras y que lleva casi 40 años dedicado a ellas, ve lejos la jubilación, pero reconoce que hace ya algún tiempo que intenta venderlas. No tiene prisa porque, tal y como está la situación, dice que el que tiene dinero "trata de aprovecharse de ti" y Matías no está dispuesto a "regalar" el ganado que según cuenta, "es lo que me ha dado la vida".

¿Por qué sube el pienso y la leche se estanca?

La creciente demanda de países emergentes como China e India y la nueva utilización de cereales para su transformación en biocombustibles, son algunas de las explicaciones para la escalada de precios de los últimos meses. "Es una cuestión del mercado porque ha subido mucho la demanda", entiende Valentín Elvira, ganadero y presidente de Aderlan, quien añade que, en cambio, los precios de la leche en Lanzarote "los está imponiendo la industria y Mercocanaria", mientras los ganaderos se indignan por la subida del queso hecho con la leche de sus cabras que venden al mismo precio desde hace años.

"Con nosotros no se negocia nunca una subida de leche pero los productos lácteos siguen aumentando su precio en el supermercado pese a que se subvenciona la elaboración de estos productos", se queja Elvira. Y es que entre las ayudas gestionadas por el Gobierno de Canarias gracias al Fondo Europeo de Orientación y de Garantía Agrícola (FEOGA) de la Unión Europea,están las ayudas a las industrias lácteas y queserías artesanales por elaborar sus productos con leche de cabra y oveja del Archipiélago.

También los ganaderos de la isla reciben subvenciones del Cabildo pero aseguran, que estas ayudas no les resuelve la papeleta, "te ayuda a solucionar algunos problemas con los animales: medicinas, cabras nuevas porque hay que quitar muchas que se mueren?", explica Matías Betancor. Más duro se muestra Valentín Elvira, "el Cabildo da 10 pesetas por litro que no te ayudan en nada".

La Institución Insular dispone deayudas al transporte de la leche hacia Fuerteventura donde la quesería Maxorata, la adquiere para transformarla, y subvenciones para la Sociedad Cooperativa Agropecuaria de Lanzarote AHOF, que les sirve según la consejera de Agricultura, Pesca y Ganadería, Nereida Pérez, para tener un servicio veterinario.

La consejera espera que el próximo año sean más numerosas las ayudas que puedan otorgarse al sector primario pero afirma que el Cabildo "poco puede hacer" ante la subida de los cereales y el bajo precio que paga Maxorata por la leche a los ganaderos, "eso no es cosa nuestra", apunta Nereida Pérez. En cambio sí reconoce "la incapacidad que hemos tenido a lo largo de los años para tener nuestra propia quesería", incapacidad con la que pretende acabar con un proyecto (no sabe si en el Complejo Agroindustrial o en otro emplazamiento) y que espera esté listo entre finales de 2008 y 2009. Por el momento anuncia que la próxima semana se reunirá con los ganaderos y la presidenta del Cabildo para tratar el problema.

Con las cabras a las instituciones

Las cabras de Julio César Rodríguez se comen al día el equivalente a 100 euros de pienso, "además del agua, que enciman nos ha subido un 33% y el trabajo mío, que ahora mismo es a cero euros" explica este ganadero de Los Valles mientras pastorea su rebaño a golpe de silbido y ayudado por su perro. Tiene 35 años y desde que nació está entre cabras. No levantaba metro y medio del suelo cuando después del colegio se llevaba el ganado al campo. Es su forma de vida y tiene algo muy claro: "no me voy a deshacer de las cabras. El ganado muere conmigo y yo muero con el ganado".

No todos piensan como él. Las pérdidas que sufren todos los meses no podrán soportarlas mucho tiempo y ganaderos como Manuel Arbelo, de Tinajo, piensa en vender sus más de 700 cabras, aunque sabe que no es buen momento porque ahora "nadie las quiere". Dice que ya no les puede echar de comer más y que las va a llevar a los políticos para que "les den de comer ellos. Yo no las puedo dejar morir aquí porque me moriría yo de pena".

Cuando Arbelo habla de llevar sus cabras a los políticos, no anda desencaminado. Los ganaderos piensan movilizarse para hallar una solución, y para ello, están dispuestos a asociarse a escala regional. Julio César Rodríguez asegura que ya han mantenido reuniones con sus colegas de Fuerteventura, Tenerife, Las Palmas y El Hierro y no piensan estarse quietos. "Que no se crean que va a ser como 20 años atrás, que a los mayores les decían cuatro cosas, todo era política por cuatro votos, como la época del Complejo Agroindustrial que prometían 80 pesetas por litro sólo para que les votaras, están muy equivocados. La leche tiene que subir porque si no toman medidas, mis cabras entran en el Cabildo y en el Gobierno de Canarias, que les de de comer Paulino Rivero" sentencia Julio César Rodríguez.

Para este pastor los grandes culpables de esta situación son el Gobierno regional y la empresa Maxorata. Rodríguez va más allá y no duda que el precio que les paga la quesería "no lo suben porque no quieren" y que la Institución Autonómica "no hace nada porque el director general de Ganadería es dueño de gran parte de Maxorata", que hasta hace poco, fue además presidente de la quesería.

Iniciativas estranguladas

Los ganaderos denuncian que han detectado leche de cabra procedente de la Península envasada y lista para vender en establecimientos de Las Palmas al precio de 1,15 euros el litro mientras la leche que se produce en Lanzarote se sigue pagando a 48 céntimos "porque nos dicen que les sobra" explica indignado Julio César Rodríguez, uno de los pocos ganaderos que queda en Los Valles. "¿Por qué no se puede embotellar nuestra leche y hacer yogures aquí en Canarias?". Es el propio Julio César quien responde a la pregunta: "porque las grandes empresas no quieren, quieren comérselo todo entre cuatro".

Los ganaderos creen que la creación de una línea de productos lácteos sería una posible salida que acabaría con el excedente de leche y les permitiría un respiro. Este joven ganadero ha presentado un proyecto para crear su propia quesería artesanal pero por el momento, no ha sido posible. Considera que las instituciones cierran todas las puertas a cualquier iniciativa con obstáculos como Plan Insular de Ordenación restrictivo con la utilización del suelo rústico y la lenta burocracia del papeleo que exige el Gobierno de Canarias, pegas que resume Julio César, con su vara en la mano dispuesto a volver a su granja, en que las instituciones "te trancan el grifo y no quiere sino manipular todo". Matías Betancor por su parte se muestra menos combativo. Dice que espera "que esto pase pronto" mientras sigue con su faena y muestra orgulloso "los chinijos", como él llama a los baifos, que nacieron horas antes en su granja.

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