El Cabildo de Lanzarote quiere proteger el entorno de El Golfo ante el proyecto para la depuración de aguas residuales. Así, tras una revisión técnica, se decidió que este enclave no puede someterse a una evaluación del impacto ordinaria y la institución ha promovido una serie de medidas que atienden a cuestiones como "el mantenimiento del paisaje, el bienestar de la población y la protección de la biodiversidad".
Para la presidenta del Cabildo de Lanzarote, Dolores Corujo, “este proyecto surge con un objetivo medioambiental, por lo tanto es nuestra responsabilidad asegurarnos de que todos los procesos sean respetuosos con el entorno, sostenibles y que no afecten a los vecinos de la zona”.
En este protocolo figuran acciones relacionadas íntimamente con el medioambiente como la creación de un humedal que permita proteger la biodiversidad, el control de las especies invasoras, llevar a cabo análisis periódicos del agua marina de la zona o almacenar el agua depurada para su posterior uso en las labores de jardinería y de limpieza.
"Es necesario proteger nuestro entorno, la naturaleza y la biodiversidad, pero también debemos preocuparnos por la ciudadanía, para que este tipo de proyectos, de un recorrido y una envergadura importantes, les afecten lo mínimo posible”, señala Corujo
En este contexto, desde el Cabildo se indica que algunas de las acciones previstas están pensadas "para molestar lo menos posible a la ciudadanía, realizando las obras en horario diurno, prestando especial cuidado en las zonas cercanas a patrimonio y favoreciendo la integración de las instalaciones en el paisaje"