El Cabildo de Lanzarote no podrá añadir a su nombre a la isla de La Graciosa como había prometido Oswaldo Betancort. El informe del secretario del Pleno del Cabildo de Lanzarote resalta que los Cabildos, como los Ayuntamientos, llevan el nombre del territorio sobre el que se asientan y no tienen competencia para cambiar su denominación.
"El Cabildo de Lanzarote, y conforme a la normativa actual, no tiene competencias para el cambio de su denominación e incluirle además de La Graciosa", añade el citado documento, "los Cabildos Insulares son el órgano de gobierno, administración y representación de la entidad territorial de la isla".
En esta línea, el citado documento refleja que aunque La Graciosa fue reconocida como isla en la nueva redacción del Estatuto de Autonomía de Canarias, no tiene "estatus de isla administrativamente hablando", sino que pertenece al término de Teguise y depende del Cabildo de Lanzarote.
"La isla de La Graciosa sigue sin contar con un mínimo de autonomía administrativa ni jurídica", refleja el informe del secretario del pleno del Cabildo de Lanzarote.
La declaración de La Graciosa como la octava isla del Archipiélago, "no fue más que una mera declaración formal, un reconocimiento como isla en el sentido físico o geográfico". En este mismo punto, sigue dependiendo de la "tutela administrativa" de Lanzarote, así como ocurre con los islotes.
El citado informe resalta que "este reconocimiento tampoco fue aparejado con la modificación del Régimen Electoral Canario, que se vió modificado por la inclusión de la Lista Regional, pero no incluyó Diputados que debían elegirse por la octava isla.
Asimismo, el Estatuto de Autonomía de Canarias se reserva la competencia de desarrollar leyes para modificar las denominaciones oficiales, los símbolos y los topónimos de las entidades locales. De modo que, el Cabildo de Lanzarote eleva al Parlamento y al Gobierno de Canarias la solicitud para realizar las modificaciones oportunas.
Por su parte, el PSOE de Lanzarote ha tachado a Oswaldo Betancort de "insolvente" después de que se confirmara que no puede cambiar el nombre al Cabildo de Lanzarote y La Graciosa porque es "incompatible con el ámbito competencial" de la máxima institución insular.
Esta negativa se ha dado a conocer en la Junta de Portavoces previa al pleno, celebrada en la mañana de este miércoles. Los socialistas lamentan las “falsas expectativas y el ridículo” generados por el Presidente.
El consejero del Grupo Socialista, Benjamín Perdomo ha lamentado que los “golpes ocurrentes y populistas” del Presidente hayan generado “falsas expectativas” en la población de La Graciosa y Lanzarote y que hayan ridiculizado a la primera institución insular por haberse “tirado a la piscina, con otra de sus ocurrencias”, antes de confirmar que podría llevarse a cabo.
“Este fracaso podría haberse evitado y se produce porque tenemos un Presidente que prioriza prometer populistamente a trabajar con propiedad y precisión. Nos estamos acostumbrando a un Presidente que se envalentona y nos ridiculiza con su falta de rigor y desconocimiento de las administraciones. Debería disculpase con la sociedad graciosera, cuanto menos”.
