Un mes y medio después de que sus ocho delegados en el área de salud de Lanzarote abandonaran el sindicato, la Asociación Sindical Autónoma de Canarias (Asaca) ha salido a responder a las informaciones "sesgadas" que considera que han trasladado sus antiguos compañeros, a los que se refiere ya como "tránsfugas".
Para ello, ha remitido un escrito a La Voz en el que da su versión de lo ocurrido y reconoce sus "errores", pero sobre todo explica las limitaciones a las que se enfrenta una organización creada hace solo seis años, que se mantiene con las cuotas de los afiliados y que en sus estatutos impide las "liberaciones sindicales totales". Además, subraya que mantendrán su compromiso de seguir "representando a los compañeros" de Lanzarote que les dieron su confianza, convirtiéndoles en el sindicato más votado en las elecciones de junio de 2015, y su aspiración de ser un "gran sindicato" y no un "sindicato grande". Éste es su relato:
"ASACA nace en el 2010, fruto de la inquietud de un grupo de compañeros que aspirábamos a un sindicalismo diferente. Nos posicionamos en las Antípodas de los sindicatos existentes, huyendo del corporativismo, de la obediencia ciega a sedes centrales, partidos políticos o al capataz, que firman a espaldas a los trabajadores, de las subvenciones y del apoltronamiento que originaban las liberaciones sindicales totales y perpetuas.
Esta nueva forma de entender el sindicalismo se fue abriendo camino lenta pero inexorablemente, calando entre muchísimos trabajadores/as que han depositado su confianza en nosotros, traspasando más allá del ámbito insular. Fruto de esa demanda, manifestada principalmente en redes sociales, se decide apostar en 2015 por exportar el modelo ASACA al ámbito regional.
Nos presentamos a las elecciones en Lanzarote obteniendo un histórico resultado fruto de múltiples variables; los candidatos/as, el apoyo total de la Ejecutiva, el respeto que con sus hechos había ganado las siglas ASACA, la movilización de los trabajadores/as al ver que acuerdos adoptados previamente les afectaba de forma directa en sus vidas y un largo etcétera. Reducir todo esto a uno sólo de estos factores nos parece demasiado simplista.
A partir de ese momento tuvimos un problema de "destiempo"; por una parte nuestros representantes en Lanzarote querían iniciar sin dilación una campaña extensiva de afiliaciones y lo que ello conllevaba, y por otra, desde la Ejecutiva, apostábamos por un crecimiento lento pero firme y continuo. Antes de afiliar debíamos visitar todos los servicios y centros de la isla, oír las demandas del personal, y como prioridad la formación de nuestros inexpertos delegados/as en sus responsabilidades sindicales para dar un servicio de máxima calidad, no con "clases magistrales" sino "a pie de obra", caso a caso. Quienes afirman que no dejábamos afiliar preguntarles, ¿qué sindicato no quiere tener el mayor número de afiliación posible?, se olvidan de poner la palabra "aún". Nunca aspiramos a ser un sindicato Grande, queremos y luchamos cada día por ser un Gran Sindicato, temíamos que un exceso de voluntarismo sin planificación nos hiciese "morir de éxito".
Reconocemos nuestros errores y quizás deberíamos haber respondido a las múltiples y continuas demandas con más premura. En nuestro descargo reconocer que tan sólo éramos tres y estábamos inmersos en varios frentes: los conflictos por la OPE 2007 en la que ASACA era parte activa, la preparación como opositores, las elecciones sindicales en otras islas, y un largo etc. Todo ello unido a una de nuestras señas de identidad, que en ASACA NADIE se libera a tiempo completo, con ello no nos desvinculamos de la realidad de nuestro puesto de trabajo. No pudimos quitarnos más tiempo de nuestra vida personal, lo habíamos dado todo.
En cuanto a no dar los recursos materiales necesarios insistir en que somos un sindicato que se financia exclusivamente con las cuotas de nuestros afiliados, que son de las más económicas. Nuestros recursos son muy limitados y siempre intentamos hacer el mejor uso de ellos. Recordar que la legislación vigente obliga a la Administración a dotar de lo básico a los representantes de los trabajadores, esto es local, teléfono, ordenador, etc…había que hacer las solicitudes correspondientes y exigir que se cumpliese la normativa.
Todo esto nos fue llevando a una falta de sintonía cada vez mayor, desoyendo nuestros compañeros de Lanzarote sistemáticamente los acuerdos democráticamente adoptados, lo que ponía a ASACA y en concreto a su Directiva en numerosas situaciones comprometidas al ser ésta la responsable legal de todo lo realizado por sus delegados/as.
Nuestra intención en todo momento fue buscar una solución, proponiéndoles que se organizaran de forma autónoma e independiente como reclamaban, respetando la filosofía de la organización bajo la que se presentaron, asumiendo a su vez la responsabilidad de sus actos. Aspirábamos a que el proyecto ASACA se consolidara y pudiéramos conformar una Federación o Confederación regional. Hay asuntos que nos conciernen directamente a todos los trabajadores del Servicio Canario de Salud de las siete islas que no se tratan en las mesas insulares, sino en la Mesa Sectorial Autonómica ¿o es que las bases de las OPEs se hacen isla a isla? Esta propuesta de hacer un sindicato autónomo, fue rechazada.
Al final se ha hecho insostenible una colaboración donde sólo se compartían unas siglas y un logo con el desenlace por todos sabido. Estos compañeros han tomado la decisión de iniciar otra andadura, adhiriéndose como Tránsfugas a otro sindicato SIN REPRESENTACIÓN en la isla, en contra de los Estatutos a los que se debían. Legítimo no cabe duda, pero de dudosa ética y como manifestamos al inicio, situado en las Antípodas ideológicas de las tesis y valores que defendemos en ASACA. Confiamos que las horas sindicales que fueron auspiciadas bajo nuestras siglas y una filosofía diferenciadora, las utilicen para luchar siempre por los derechos de TODOS/AS los compañeros/as.
Es nuestra firme decisión cumplir con nuestro compromiso de representar a los compañeros/as de Lanzarote que nos dieron su confianza. ASACA perdurará más allá de unos rostros o nombres, porque nació bajo una idea diferenciadora como forma de actuar. Sólo pedimos que no nos juzguen por lo que digan, sino por lo que hagamos, y los HECHOS hablarán por sí sólo.
Agradeciendo a este medio la oportunidad de dar nuestra versión de lo ocurrido y deseando ya dar por finalizado este triste episodio que sólo ha provocado pena y desánimo entre la clase trabajadora, insistir en nuestro ofrecimiento por seguir trabajando en nuestro objetivo principal, que no es otro que luchar por el bien común de todos los trabajadores/as de la Sanidad Canaria. Cualquier compañero/a que se quiera sumar a ello será bienvenido, siempre y cuando respete la filosofía y los valores de ASACA, desde el respeto, la madurez y la responsabilidad que conlleva la digna tarea de representar a los trabajadores, ¡los compañeros/as!"