El cuerpo sin vida de un marinero apareció a primera hora de la mañana del sábado en La Graciosa. Dos mujeres que paseaban cerca de la escollera del muelle avistaron el cadáver flotando en el mar. Se trataba del cuerpo de un trabajador, de origen magrebí, tripulante de un barco atunero con base en La Graciosa, que llevaba dos días atracado.
Las dos mujeres avisaron a la Guardia Civil, que tras desplazarse hasta la zona, solicitó la ayuda de un helicóptero para trasladar el cuerpo. El sábado a mediodía el cadáver llegaba hasta Puerto Naos, desde donde se trasladó al Instituto Anatómico Forense, para realizar la autopsia.
En principio, según el director insular de la Administración del Estado en Lanzarote, Carmelo García Déniz, los primeros indicios apuntan a que el hombre murió ahogado, aunque hasta que la autopsia determine las causas de su muerte, no se descarta la posibilidad de que cayera muerto al mar, ya que si hubiera fallecido en el agua, "el cuerpo se habría hundido", según algunos marineros de La Graciosa.